viernes, diciembre 09, 2005

En la fiesta (I)

Franqueamos la puerta del viejo almacen tras comprobar aquel hombre que nuestros nombres figuraban en la lista.
En cuanto pasamos dentro una mujer sentada en una mesa se encargaba de cobrarnos el precio de las entradas y tras aquella cortina que impedía ver lo que había detrás,descubrimos un local ambientado Fetish con numerosos ornamentos BDSM, luz tenue y adecuada, muchas velas y una música que casí invitaba a la meditación.
Tuve que cambiarme en un camerino donde el resto de asistentes iba dejando sus pertenencias. Sentía un poco de vergüenza de medio desnudarme allí pero mi Amo me indico que debía de hacerlo en aquel lugar.
Cuando salimos fuera del camerino nos encaminamos hacía la zona donde se servían las bebidas.
Una vez allí mi Amo se sento en un taburete, enfrente de la barra, tomando una copa, mientras yo permanecía arrodillada a su lado.
Me mantenía sujeta por una fina cadenita que ataba al collar que lucía en mi cuello con sus iniciales.
De vez en cuando acariciaba mi cabello y deslizaba su mano por mi escote pellizcando mis pezones. Él sabía que me excita muchisimo que juegue con mis pechos y que me iba a resultar díficil contenerme en aquel espacio.
Sin embargo nada dije, ni me resisti. Podía ver como unos hombres nos estaban observando y murmuraban algo entre sí.
Mi AMO desabrocho la cremallera de mi escote y me dejo con los senos desnudos para poder jugar más a su antojo.
Los hombres que había murmurado se acercaron. Pude ver como también llevaban en sendas cadenas a sus esclavas.
Nos dejaron a las tres allí arrodilladas al lado de la barra y se apartaron un poco de nosotras para hablar sin que nada oyeramos.
Cuando volvió mi Amo cogió su copa en una mano y me ordeno que andara a gatas siguiendole,mientras él me sujetaba de la cadena.
Y asi como su perrita anduve tras él.
Me llevo a una sala contigüa donde había varios potros, y una enorme cruz en la pared.
Del techo pendían poleas donde era fácil suponer que se podía suspender a una mujer.
Me hizo permanecer a sus pies, mientras seguía terminando con su copa.
Yo me abrazaba a sus tobillos y permanecía inmóvil.
Llegaron los otros hombres con sus esclavas.
Fui atada en la cruz, mientras las otras esclavas permanecían cada una en uno de los potros, situados a ambos lados de la cruz.
Primero me ato mi Amo de espaldas.
Pronto pude sentir el primer latigazo y supe que los otros Amos también participaban en aquel castigo.
Fui azotada una y otra vez.
De vez en cuando sentía el chasquido en las nalgas de las otras esclavas pero parecía que había en mi Amo mayor ensañamiento hacía mi.
No me equivocaba.
Susurrándome al oído me recordo lo mala esclava que había sido y que había de compensarle ahora de mi mal comportamiento resistiendo aquel cástigo y haciendo todo cuanto se le antojara.
Me dolían mucho los latigazos,pero sabía que iba a aguantar todo cuanto él quisiera para demostrarle que mi voluntad estaba ya anulada y que estaba dispuesta a llegar hasta donde él deseara...
Mi AMO me murmuraba al oído palabras que me encendían de pura excitación.
Saberme su puta, su zorra...sentía como irremisiblemente al compás de los azotes mi sexo iba mojandose.
Los otros Amos murmuraban entre sí lo bien adiestrada que estaba y lo buena perra que era.
Sentía vergüenza pero al mismo tiempo satisfacción de pensar que mi Amo estaría contento con mi comportamiento.
Mi AMO me desato para darme la vuelta y me quito el vestido.
Me quede desnuda. No llevaba nada debajo de la ropa. Ni sujetador ni tanga.
Sólo las medias negras de red.
Su mano se empapo de la humedad de mi sexo y sonrió complacido viendo como su esclava disfrutaba de aquel castigo.
Se acercaron los otros Amos y pude sentir como recorrian con sus manos mi cuerpo sin ningún miramiento.
Palpaban mis pechos, retorcian mis pezones, pellizcaban los labios de mi sexo...Y yo permanecia allí,atada a su merced, sabiendo que era mi Amo quien consintia esa profanación de mi cuerpo.
Sabía que formaba parte de mi castigo por haber estado tonteando por internet con otras personas y era el modo de recordarme a quien pertenecía y a quien me debía..
No, no me gustaba que aquellos hombres me estuvieran manoseando,pero sabía que nada podía objetar.
Mi cuerpo pertenecia a mi Dueño y él disponia de todos mis actos en toda situación.
Asi lo había decidido, me había entregado a él y no queria ya medir mis palabras, ni mis actos, ni poner más limites a nuestra relación.
Podía abandonarme ciegamente en él.Quizás era un absurdo,un sin sentido.
Pero sólo me sentía asi feliz,en sus manos.
Quizás era en el fondo un modo de humillarme a mi misma prestarme a aquel trato por su parte, saber que se lo daba todo a cambio de nada, pero iba a aprender a obtener mi propio placer de saborear aquella situación humillante.
Mi AMO se alejo unos pasos y me recordo lo puta que era, mientras se disponía a azotar a una de las esclavas que permanecian en el potro.
Los otros Amos siguieron acariciándome hasta hacerme explotar de placer.
Cerré los ojos, no quise pensar en nada y me deje llevar por aquel fuerte orgasmo que evidenciaba mi condición. Era su puta, era su perra, y sólo él era capaz de darme aquel placer y propiciar situaciones que me excitaran...
Tras permitirme que casí me desplomara por la intensidad de mi sentir, mi Amo me desato...
- Bien eres una putita, todos lo han visto, ahora te mereces un castigo por haberte corrido sin mi permiso...con otros Amos...
Los otros Amos sonrieron, yo pensé que no era justo ¿Como iba a aguantar aquel ataque de caricias en mi sexo y pechos que arreciaba todos mis sentidos?
Ataron mientras a las otras esclavas en la cruz y a mi me suspendió mi Amo en una de las poleas del centro de la estancia.
Mis brazos entumecidos ya por tenerlos tendidos.
Y mi Amo azotandome, marcando todo mi cuerpo con su fusta, con la cane...
Iba alternando todos los objetos que queria y yo sentía como mi piel sufría con cada azote, cada vez más fuerte...
Lloraba sin poderlo evitar, no podía resistir más aquel dolor,pero queria demostrarle que si iba a aguantar...Todo...sin remisión...Queria que marcara mi piel, que demostrara con esos azotes a quien me debía, a quien pertenecía. Que no me permitiera nunca más alejarme de él, ni obrar a mi voluntad...Necesitaba ese cástigo porque era lo único que me permitia sentirme suya, tan suya como para marcarme con las rojeces de la cane, o para llenarme de morados mis nalgas...
Cuando mi Amo se canso de azotarme me desato y me hizo permanecer en el suelo arrodillada.
Me hizo chuparle su sexo, allí mismo,delante de todos.
No sabía si los otros Amos me veían, sólo sabía que tenia dentro de mi boca el placer de mi Amo y me esforzaba en lamerle, en recorrer mi lengua una y otra vez por su piel, en satisfacerle...Chupaba, lamía...Succionaba su miembro deseando saborearle, sentirle...
Él me apartaba a veces la cara y me abofeteaba con fuerza y yo tras cada bofetada seguía chupando, lamiendo...con mayor fervor, deseando que me perdonará y que sintiera todo lo que deseaba complacerle...Y seguía asi hasta que que exploto en mi cara y me baño con su placer...
Pero mi humillación aquella noche no había terminado...

- ¿Sabes que es la lluvía dorada? ¿Sabes que voy a marcar a mi perra? - me pregunto cuando aún tenía en mi cara los restos de aquel intenso momento...

1 comentario:

AMOBLANCO dijo...

MIRA ES MUY SENSUAL TU NARRACION , GOZE LEYENDOLA TE FELICITO ESA ES LA MANERA COMO EL AMO CASTIGA asus esclavas , de esa misma maner a YO CASTIGO A mis esclavas,a latigazos , y ellas gozan.. sigue escribiendo ....muy bien esclavas a los pies del AMO .