¿Sabes que es la lluvía dorada? ¿Sabes que voy a marcar a mi perra? - me pregunto cuando aún tenía en mi cara los restos de aquel intenso momento...
Temblé sin querer al oir aquellas palabras.
Nunca se me hubiese ocurrido que mi Amo deseara probar la lluvia amarilla en mi. Las veces que lo habiamos comentado no parecía atraerle en demasia la idea, simplemente lo contemplaba como una posibilidad.
Pero al parecer mi comportamiento durante los días pasados había suscitado en él aquel deseo por probarme y humillarme.
Y ya no sabía si deseaba hacerlo porque me estaba conduciendo al límite de mi entrega probándome hasta que yo claudicara o realmente pretendía marcarme con su lluvia.
No sabía como iba a sentirme si esa situación se producía. Jamás me lo había planteado. Creía que podía ser repugnante o desagradable pero lo cierto es que en aquellos momentos, arrodillada en el suelo, con mi cara aún bañada por su semén me sentía totamente a su merced y dispuesta a seguir obedeciéndole y cumpliendo cualquier orden o deseo que pudiera mandarme...
No tuve apenas tiempo de pensar.
Mi Amo limpió mi cara con unos tissues blancos, me acarició con suavidad y me dio un tenue beso en los labios.
Luego cogió mi cadenita y estirando de ella me hizo seguir andando tras él, a gatas...Le gustaba mirar como su esclava se convertía en su fiel perrita siguiendole.Él sabía que para mi era muy humillante andar así, pero intentaba esforzarme por que mis movimientos fueran de lo más sugerentes y apetecibles para él...
Mi Amo me daba con su fusta en el trasero mientras yo le seguia y me apresuraba a que acelerara mi paso...A duras penas intentaba seguirle y él seguia azotandome con la fusta.
Me condujo hasta la sala de baño. Había una enorme bañera redonda en el centro,con escalones alrededor.
Velas e incienso adornaban e iluminaban la estancia con una luz débil, pero a pesar de la penumbra era fácil distinguir el mobiliario del lugar.
Mi Amo me ordeno introducirme en la bañera,que estaba vacía de agua y allí dentro tuve que arrodillarme tendiendo mis brazos hacía adelante...
Note como él subia el escalon y se situaba delante de mi, oí el ruido de su cremallera bajando...
Y entonces sentí en mi aquel líquido caliente que mojaba mi espalda y se deslizaba sin poder hacer nada por pararlo por todo mi cuerpo...
Lluvía amarilla de mi Dueño inundando el cuerpo de su perra, llenandolo de él...
No sentía repugnancia, tan sólo desconcierto por aquella situación.
Me sentía totalmente humilllada y sometida. Dispuesta a aceptar cualquier situación que mi Amo deseara experimentar.
Gozando al saber que él cumplia en mi aquella fantasia.
Me preguntaba que estaría sintiendo él. Si le llenaria de placer aquella situación de dominio sobre mí, deseaba que él estuviese disfrutando de la situación y que mi humillación ante él fuese ya la prueba de que le pertenecía totalmente y que queria satisfacerle y no negarme a nada...
Quería seguir avanzando, seguir obedeciendo y complacerle en todo momento.
Seguía sintiendo como mi Amo bañaba mi cuerpo con aquella lluvia amarilla que me marcaba como suya, y sentía como mi sexo se empapaba de mi propia excitación...
Estaba siendo usada, humillada y gozada por mi Dueño como una zorra y aquella situación me hacía sentir más perra , más sumisa, más esclava que nunca..
Tan sólo deseaba que mi Dueño deseara seguir gozandome, haciendome sentir todas aquellas sensaciones.
No queria que nada más rondara mi mente, sólo su placer que era mi placer...
No queria pensar en nada más salvo sentirme feliz por servirle...
Tras la lluvia mi Amo me ducho, me mojo con agua y me paso la esponja enjabonandome y borrando todo rastro en mi de aquella secreta escena en la que me había humillado como nunca...
Después entro conmigo a la bañera donde pude enjabonarle yo...Y seguir abrazada a él durante mucho tiempo, sintiendo su cuerpo contra el mío y deseandole como nunca...
Pensé que era un buen colofón para la noche pero aún me aguardaban más sorpresas...
viernes, diciembre 09, 2005
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