viernes, diciembre 09, 2005

Encadenada

No me has despertado al levantarte pero he notado tu ausencia en la cama y muy lentamente he abierto los ojos buscándote en la habitación. Estas sentado en la cama ya casi vestido, me miras y te sonrió.
Nos damos los buenos días con un beso y sigues arreglándote.
Antes de marcharte cumples con tu deseo de encadenarme a la cama.
Me gusta permanecer en silencio cuando me estas atando,esta mañana son cadenas las que rodean mi piel.Te he observado anudando el extremo de la cadena a la cama y ahora rodeas mi cuerpo con el otro extremo sellando los eslabones con un candado.Siento frío cuando el hierro besa mi cintura.
Unes mis muñequeras de cuero con otra cadena dejándome escasa movilidad,quizás la justa para pasar las páginas del libro que he pensado leer esa ociosa mañana.
Me dejas desayuno en el mueble del baño, no puedo moverme más allá de esta habitación, has limitado mis movimientos a esta estancia. Esta mañana soy tu prisionera, tu cautiva, tu esclava.
Te despides de mi besándome en los labios. En tus ojos la incertidumbre ante esas horas que han de transcurrir en soledad para mí.
Vuelvo a dormirme un par de horas, no recuerdo si he soñado pero despierto sintiéndome muy feliz.
En tu cama todavía tu olor, me gusta acurrucarme entre esas sabanas que apenas unas horas atrás te han cobijado a Ti.
Las cadenas son ahora tus brazos que muy cálidos me siguen rodeando la cintura.
Cierro los ojos para recordar como me has poseído aquella noche, tumbada en esta misma cama, sintiendo como tu cuerpo aprisiona mi cuerpo, se hunde tu sexo en mi sexo…sentir como cabalgas sobre mí y me empujas con tu furia a ese abismo de placer. Y te deseo, te añoro…quisiera poder acariciarme en ese momento mi sexo y sentir que son tus sabias manos las que van recorriéndome muy despacio…pero no puedo tocarme sin tu permiso, lo sé, lo recuerdo…
Permanezco un rato más en la cama antes de desayunar y sigo recordándote, sigo reviviendo cada beso, cada caricia, cada azote…sigo oliendo a ti en la cama, en las sabanas…y sintiéndome tan cerca de ti…que me lleno de tu presencia…aunque no estés allí…Me siento a tu disposición como jamás lo he estado, compartiendo una mañana contigo, viviendo cada minuto, cada segundo para ti…sintiendo que esa mañana todo mi tiempo te pertenece y que más que nunca eres el Dueño de mi cuerpo y de mi ser.
Tras desayunar me vuelvo a acostar, mis pensamientos se van intercalando con el cuento que estoy leyendo y así transcurre el tiempo muy lentamente hasta que suena el móvil y tu voz me llena de alegría…me das un par de instrucciones y me dices que en un par de horas volverás a llamarme.
Y sigue el tiempo pasando lentamente.
Las cadenas en mi cintura, en mis muñecas…me hacen sentir más tuya, más cerca de Ti y me recuerdan en todo momento a quien pertenezco. Soy feliz así, sintiéndome tuya.
Tu prisionera. Tu cautiva. Tu esclava.
Deseo que el tiempo sea infinito como infinita mi entrega y seguir sintiéndome así todos los segundos, los minutos…
Llega tu segunda llamada y tus instrucciones…y así obedeciéndote me desprendo del rojo camisón y doy rienda suelta a mis caricias pensando en mi Dueño…excitación, placer, deseo de Ti…mi cuerpo es sacudido por un orgasmo…y sigo pensándote, imaginándote, deseándote…
Obedeciéndote busco las llaves de los candados y libero mi cuerpo de las cadenas, tus brazos…la mañana transcurre y el placer va unido con la tristeza porque el tiempo se termina…
Cocino para Ti, preparo la mesa y te espero desnuda y arrodillada en el centro del salón.
Te recibo así…mi Dueño…y no sé ni como estamos en la cama, abrazados, besándonos…arrodillada y de espaldas a ti me penetras, siento como una vez más te adueñas de mi…inundas mi ser…y ya no sé si siento placer por pertenecerte ,por sentirte dentro de mi, es placer por Ti, para Ti…placer por hacerte disfrutar, por hacerte sentir, placer cuando el orgasmo recorre tu cuerpo…placer por sentirme tuya.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Para "ella" que vive encadenada...tus infiernos se convierten en atractivo deleite de los sentidos, purgados los pecados por la mano de su captor.

Para ti, Elisabeta; mañana Sara; pasado, "mujer", empiezas a quebrar el relato en aras de tu sueño...