sábado, diciembre 10, 2005

Marca de propiedad

Siempre recordaré aquella noche.Durante meses nuestra relación se había afianzado basándose en la sinceridad, respeto, entrega.Un mundo de fantasías, deseos y placeres convertido en nuestra realidad.Ya no me bastaba llevar tu collar de perra, ya no te bastaba saberme tuya.Deseabas que llevará en mi cuerpo la marca de mi sometimiento a ti.Tu marca de pertenencia siempre grabada en mi piel.Me sentí feliz y orgullosa cuando me propusiste marcarme.Te pertenecía, siempre había sido asi. Incluso antes de conocerte.Cada experiencia vivida no era sino un modo de ir acercándome y preparándome para ser tuya.Supe que eras mi DUEÑO desde el primer momento y tu supiste que yo era tuya.Jamás había deseado tanto sentir el dolor de unos azotes en mi cuerpo como cuando tu me los inflingias.Y me agradaba contemplar en silencio cuando estaba a solas aquellas marcas que dejabas sin piedad en mis nalgas.Cada vez deseaba darte más. Adorarte. Hacerte feliz. Dedicarme a Ti, mi SEÑOR, era lo único que deseaba y me hacía feliz.Y Tú sabías hacerme sentir querida, mimada, cuidada, respetada. Con tu dedicación y atenciones ibas educándome como tu esclava.Eras un hombre libre para mí, seguro de ti mismo y de lo que querías conseguir de mi. Aquella noche habías dispuesto que me marcaran con tus iniciales.Una lágrima de felicidad recorrió mi cuerpo a pesar del dolor, cuando supe que ya por siempre era marcada de tu propiedad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me impresionan tus palabras y me hacen soñar. Quién fuera ese amo! Besos.

Anónimo dijo...

Ella: sumisión al servicio de su placer, inseguridad que anida en la fortaleza ajena -su Amo-.

Tú: la experiencia sexual como manual de vida.
Es en ausencia de la razón cuando somos más fieles a nosotros mismos.
Un cálid beso, Ricardo