viernes, diciembre 09, 2005

Subastada

Mi Amo me había mandado en un mensaje la dirección de la cafeteria donde me esperaba. Iba ataviada como él me habia ordenado.Una minifalda beige, sin tanga, medias de liguero que casí se mostraban dado lo escueto de la falda.Una camiseta también beige y una cazadora blanca.Botas de color beige y un sujetador blanco.Llegue a la cafeteria y me sente en una de las últimas mesas. No había mucha gente en el local pero no pude distinguir si él ya había llegado o no.Espere sentada. Llego la camarera y le pedí una coca-cola.Entonces le vi entrar al local.Me vio sentada y se quedo en la barra, semi girado hacía donde yo estaba,pendiente de que le atendiera el camarero.Le miraba y esperaba cualquier orden o gesto para acudir a su encuentro.Hizo un gesto con los dedos de su mano que yo entendi a la percepción. Quería que abriera mis piernas, y percatarse de la desnudez de mi sexo.Sentía vergüenza por si alguien de los alli presentes podia darse cuenta de mi provocativa postura pero segui la orden de mi Amo.Sentada en aquel sillón frente a él que me miraba desde la barra,abri mis piernas y le mostre que había cumplido sus ordenes y no llevaba nada debajo de mi falda.Permaneci asi con las piernas ligeramente abiertas hasta que él hizo el gesto de que podía cerrarlas.Deseaba estar a su lado,pero tuve que esperar pacientemente a que él terminara su cerveza.Mi Amo se habia enojado unos días atrás conmigo y esa tarde iba a ejecutar su castigo.Y lo cierto es que necesitaba que me perdonara de una vez y olvidar aquellos últimos días en el que mi comportamiento había distado tanto del de una buena esclava,pendiente y solicita con su Amo.Sin embargo había comprendido que ya le pertenecía y era suya, más que nunca.Y que precisaba pertenecerle por encima de cualquier situación. Sólo asi me sentía completa y feliz, siendo suya y permaneciendo a su lado.Era tan dependiente de él que sabía que no podría explicar a nadie el porque de mi actuación ni mi sentir. Me había entregado a mi Dueño y le pertenecía. Era mi Amo. Y tan sólo eso explicaba cualquier situación venidera.Me debía a él.Eso era todo.Mientras me ensimismaba en mis pensamientos mi Amo me hizo un gesto para que me levantara.Camine detrás de él al salir de aquella cafeteria y durante todo el trayecto no me dirigió la palabra.Si,parecía seguir muy enfadado.Llegamos a un local donde alquilaban una mazmorra. Había oído hablar de él.Llamo a la puerta, pensé que no nos dejarian pasar vestidos sin código,pero no fue asi.Parecia que le estaban esperando.En la parte de fuera había algunos hombres tomando una copa,nosotros nos dirigimos hasta el fondo.Entramos a la mazmorra y había velas en el suelo,a ambos lados.- Desnudate perra- fueron las primeras palabras que me dirigió en toda la tarde.Me apresuré en desnudarme.Una mujer apareció dentro de la mazmorra, iba ataviada con un mono negro de latex y llegaba su cara cubierta con un antifaz que impedia conocer sus rasgos. Llevaba un látigo en una mano.Ella llevaba de una cadena a un esclavo que andaba a gatas tras ella.El esclavo siguiendo sus instrucciones me puso unas tobilleras y muñequeras.Entonces mi Amo me ordeno entrar a una minuscula jaula que había allí.Desnuda entre en la jaula, sin saber que podía suceder después...Ordeno el Ama que entrara el esclavo conmigo y una vez dentro le ordeno que se arrodillara y lamiera mi sexo.Cogida de los barrotes de la jaula cerré los ojos sintiendo aquella extraña lengua que recorría mi sexo haciendome brotar agua de deseo...Mi Amo me hizo aproximarme más a los barrotes y saco mis pezones que iba pellizcando y retorciendo mientras yo seguía sintiendo como aquel sumiso me daba aquel placer.- Recuerda que no tienes permiso para correrte hasta que yo lo diga.- Si mi Señor, respondí mientras mi boca se desencajaba del placer que no podía evitar sentir.El Ama ordeno a su esclavo que arreciara en sus lamidos, que parecía no saber proporcionar placer...Y entonces él intensifico aquel salvaje ataque a mi sexo, hasta que perdiendo toda vergüenza por la situación tuve un orgasmo.Acto seguido abrieron la puerta de la jaula y mi Amo me dio una bofetada.-Eres una puta, no tenías permiso y lo sabes.Me cogio del pelo y me hizo arrodillar. Y asi me hizo llegar hasta un potro que había en un extremo de la mazmorra.Me tuve que acostar encima,con su ayuda,estaba bastante alto y mis piernas quedaban colgando, mi trasero totalmente ofrecido. Me ataron las manos por debajo del potro, uniendo las dos muñequeras y quede así inmóvil.Inició su castigo azotandome.Probo en mi la fusta, el látigo y una cane.El Ama también me azoto con su látigo cuando mi Amo la invito a castigarme.Notaba como las lágrimas acudian en borbotones a mis ojos pero al mismo tiempo sabía que me liberaba de la pena de aquellos días y de mis remordimientos por mi mal proceder.Y con aquel cástigo mi Amo me marcaba una vez más como suya.No necesitaba nada más, aguanté aquel cástigo sin pedir misericordia ni que se detuvieran hasta que mi Amo juzgo que ya había recibido suficiente.Espere arrodillada tras bajar del potro a recibir nuevas instrucciones.Mi Amo y la Ama saboreaban una bebida sentados en unos sillones que había en la entrada de la mazmorra y el esclavo y yo permaneciamos a sus pies. Me encantaba recibir de vez en cuando un pellizco o una caricia de mi Dueño.A veces requeria que le presentara mis pezones, los retorcia mirandome hasta que mi expresión le revelaba lo excitada que estaba.Otras acariciaba mi sexo, tanteando mi creciente humedad.El Ama envio a su esclavo a buscar unas velas.Me hicieron tender en una camilla y atada allí recibi en mi cuerpo aquellas gotas punzantes de cera que me quemaban sin piedad...Después me permitieron descansar unos breves minutos, sentada en el suelo hasta que me ordenaron dirigirme a una cruz donde de nuevo fui atada.Me azotaron por la espalda primero y luego tras darme la vuelta me azotaron en mis pechos, mis muslos...Sentía una excitación en aumento y aquel dolor me llenaba de deseo por seguir sirviendo y entregandome a mi Amo.-Soy tuya mi Señor, gracias,gracias...musité al final de aquella tanda de azotes.En la parte de atrás de la mazmorra había una pequeña habitación a modo de celda y mi Amo cogiendome de la cadena que pendia de mi collar me condujo hasta allí.Debía de caminar a cuatro patas. Alce mi vista unos segundos y pude ver como a través del cristal había varias personas de la parte de fuera mirandonos.Sentí vergüenza pero también un íntimo placer por ser exhibida de ese modo por mi Dueño,que mostraba a su perrita desnuda sin ningun pudor. Obediente y sumisa, acatando todas sus ordenes y castigos...Llegamos a la pequeña habitación y él se desnudo.Me desato y me permitió que acariciara su adorado cuerpo. Había preparado una botella de aceite corporal de esencia de sándalo y le obsequie con un masaje en el que termine tumbada sobre él ,masajeandole con todo mi cuerpo, esparciando sobre él el aceite con mis pechos, mi pubis, mi piel...A la que quise frenar ya me había corrido.Supe que me esperaba un nuevo cástigo.mi Amo me aparto de encima de él y procedio a atarme en la cama,en cruzMis piernas no podían estar más abiertas ni mis brazos más extendidos.Mis pezones estaban erectos y mi sexo mojado, esperándole...Ante mi sorpresa él se vistió con sus pantalones y así con el torso desnudo salío afuera.Apenas unos minutos después entraron tres personas,que reconocí de los que había tomando una copa fuera.Se pusieron al lado de la cama y me miraban con curiosidad.Entonces uno de ellos acarició mi pecho.- Para,no esta mi Amo, por favor...Tu Amo nos ha dado permiso puta para que entremos, tenemos su permiso para tocarte.Mi corazón palpitaba con fuerza. Era obvio que él había salido a buscarles pero temía estar con ellos a solas por si me hacían algo que no podía remediarse.Uno de ellos parecío adivinar mis pensamientos.- Tu Amo nos ha marcado los límites, no te preocupes.Y siguieron toqueteando mi cuerpo, acariciando mi pubis,mis pechos y forzandome a sentir una oleada de calor que invadia sin remisión mi cuerpo.Unos extraños acariciandome, yo la puta de mi Dueño, a la que ofrecía sin estar ni siquiera presente.Me equivocaba.Él permanecía en la puerta y espero el momento de venir a mi lado a que yo estuviera a punto de estallar en un orgasmo.-Bien,bien, me estas demostrando que eres una zorra.¿Acaso me has pedido permiso esta vez?- Lo siento mi Señor...- Por supuesto que lo vas a sentir.. respondió él.Y me desato de nuevo tras dar las gracias a los "invitados".Me hizo tumbarme de espaldas y me propino más de cien azotes con su fusta.Pasé el resto de la noche castigada, caminando a gatas detrás suyo por el local, mientras él me llevaba con una cadenita y no me permitía hablar con nadie.Me sentía mal por aquel castigo, me sentía mal por haberle fallado de nuevo y lo cierto es que deseaba que sucediera algo, lo que fuera...Que pudiera permitirme sentirme liberada.Pronto tuve la ocasión de compensar mi mal comportamiento....Llego el Ama a nuestro lado y le susurro algo al oído a mi Amo. Me permitió levantarme y me mando con el sumiso. Pasamos a un cuarto contigüo donde nos aseamos un poco. Entraron más esclavas y algunos pocos esclavos.Todos estabamos desnudos ,tan sólo con muñequeras y tobilleras de cuero.Ninguno sabía que iba a suceder aquella noche.Y cuando fuimos conducidos de nuevo fuera lo descubrimos.Iba a tener lugar una subasta de esclavos.Tan sólo sería un juego,durante una noche. Pero los Amos y Amas que habían cedido a sus esclavas y esclavos estaban dispuestos a que el subastado estuviera totalmente en poder de quien se le adjudicara.Busque con la mirada a mi Amo, casi implorando que no me cediera, que no entrara en aquel juego.Pero él me sonrió y asintió la cabeza como corroborando la peor de mis sospechas.Y asi me vi cuando llego mi turno, exhibida en aquel escenario.Alzando mis brazos,con las manos detrás de mi nuca, paseando mi desnudez ante aquellos extraños.Tuve que girarme, ofrecer mi trasero, y permitir que me examinaran de arriba a abajo cuantos desearon subir al escenario.Después ya de frente tuve que mostrar mi sexo y ofrecerlo.Me sentía avergonzada de mi proceder pero sabía que si mi Amo había deseado que participara en aquella subasta no podía desobedecerle y si que se mostrara orgulloso de como su perrita se exhibia.Empezo la subasta, hubo varios que pujaron por mi y un sólo vencedor.Era un hombre de unos 45 años, con algunas canas en la sien, no parecía desagradable pero yo me sentia totalmente atemorizada por lo que pudiera suceder al quedarme a solas con aquel extraño.El hombre tras resultar adjudicatario me llevo ante mi Amo quien se presento al bajar del escenario.Se saludaron y me dejo ir con él.- Entregándote a él te entregas a mi, porque estas cumpliendo mis ordenes- fue todo cuanto dijo mi Amo.Me sentia muy mal. No podía comprender como a mi Amo no le importaba que pudiera irme con otro Amo.Como podía permitir de ese modo impasible que otro Amo me tocara y se adueñara de mi cuerpo,que era suyo.Como él que tantas veces me habia seducido, me había sentido, me había gozado, ahora podía permitir que otras manos recorrieran mi cuerpo,sin estar él presente.Pensé que había dejado de importarle, que ya no le preocuba en absoluto lo que me sucediera y entristeci al asumirlo.No sabía que podía hacer para recuperar su atención y su interés y tan sólo se me ocurrió en aquel momento preguntarle, resistirme...pero nada hice.Obedecí, muy a mi pesar, obedeci. En silencio,cabizbaja segui a este nuevo Amo.Me llevo a la sala contigüa, la del camastro y se sento en la cama.- Eres una perrita muy guapa, ahora me mostrarás tus habilidades.Arrodillate.Me arrodille sin responder ni una palabra. -Aprende esto: No vas a mirarme a la cara en todo el tiempo que permanezcas a mi lado y tampoco me hablaras sin que te de permiso.Permaneci con la cabeza agachada y asentí.- Bien perrita, tu Amo dice que aguantas bien los azotes. Ahora lo comprobaremos.Y me hizo tender en su regazo, boca abajo,como una niña mala que ha de ser castigada. Su mano dura y firme resonaba en mis nalgas, intentaba moverme pero no podia.Era fuerte y me tenía bien sujeta.No tuvo ninguna consideración de mis lágrimas y yo seguía preguntandome porque era aquel extraño quien me acariciaba y no era mi Amo, mi dulce Amo quien me tenía en su regazo.Me preguntaba que estaría haciendo allí fuera, si quizás habría pujado por alguna esclava y aquel pensamiento me torturaba y me lastimaba.El hombre seguía azotandome y en cada azote parecia yo desear castigarme por aquellos pensamientos sobre mi Amo, necesitaba ese dolor para olvidar el dolor de mi propia alma.Sólo el dolor me hacía consciente dentro de mi inconsciencia.Y aquellas manos extrañas, sin él saberlo, me daban ternura con cada azote.Pensé que quizás aquel hombre deseaba que mi Amo me cediera a él para siempre. Que quizás tras aquel trato pactarian otro si el hombre se mostraba satisfecho de mi conducta.Y pensé que quizás mi Amo me cedia. Y ese era el único modo de dejar de pertenecerle.Con aquella cesión dejaba de poseerme y yo de sentirme poseída por él. Finalizaria aquella esclavitud. Porque yo no era ya libre para poder romper esa relación, porque yo sentía que le pertenecía en cuerpo y alma y que mi voluntad ya no bastaba para romper mi esclavitud hacía él. Había llegado a ese punto sin retorno en el que era incapaz de liberarme por mi misma, en que toda yo le pertenecía y no tenía sentido nada sin él. Ese punto sin retorno de pertenencia absoluta.Un latigo estallo en mi espalda y me desperto de aquella ensoñación.Mi Amo había entrado a la celda. Oí su voz.Me tranquilice.Abandone todos mis absurdos miedos. Él seguía alli, no deseaba cederme a nadie. Todo era un juego, la subasta era un juego más. Me ayudo a incorporarme y el otro hombre le felicito.-Si que aguanta como dijiste, la convertiras en una buena esclava,sin duda, puedes estar orgulloso.- Lo estoy - respondió mi Amo y situandose detrás mio me dio un tremendo abrazo,en el que me deje abandonar sobre él.Me sentía a salvo de todos mis miedos, tan sólo su presencia me reconfortaba.El hombre abandono la estancia y nos quedamos solos los dos.Me arrodille frente a él, agache mi cabeza y me agarre a sus tobillos abrazandole llena de gratitud.- Gracias por permitirme ser tuya, mi SEÑOR, gracias.- Estoy orgulloso de ti, no has dudado de mis ordenes. Hoy me has obedecido ciegamente y eso merece una recompensa. Levantate y espera unos minutos.Ignoraba la recompensa en que consistiria, pero pronto lo averigüe. Salió de la celda para entrar acompañado por una mujer con un maletín que parecía instrumental médico.- Voy a tatuarte esta noche con mi marca. En una de tus nalgas. Eres mía y siempre lo serás.Sonreí y se me escaparon unas lágrimas sin querer. Mi Amo deseaba marcarme como suya, sabía lo importante que era para ambos aquel paso y el compromiso tácito y secreto que representaba entre los dos.No sabía que dibujo habría elegido.No sabía que marca deseaba en mi. Pero no me importaba. Llevaria la marca que él dispusiera. Era suya.Me tumbé sobre la cama y deje a que aquella mujer hiciera su trabajo, mientras mil pensamientos felices cruzaban mi mente.Él permaneció a mi lado,sentado,esperando.Y cuando al terminar pude verme en un espejo sonreimos los dos.Llevaba su marca...Para siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ella: punto de no retorno, marca indeleble de por vida (sólo se sale del infierno siendo AMA).

Tú: clímax narrativo, salió redondo tu relato, eficaz, porque fuíste tú misma, sin ambajes, "a solas con tu deseo".

Un cálido beso, Ricardo

Elisabeta dijo...

Ricardo me estan encantando tus comentarios,jeje y lo que más me gusta es que seas la primera persona que me lee y que sabe distinguir entre "Ella" y yo...un beso.