Habías reservado mesa en un restaurante pero nos sobraba aún algo de tiempo que, tras haber visitado todos los pintorescos rincones del lugar, llenábamos tomándonos fotos en la terraza del mirador. Luego nos tomamos un refresco en la plaza observando el bullicio a nuestro alrededor.
Me habías hablado aquella mañana, mientras nos desperezábamos en la cama, de que deseabas regalarme algún objeto que pudiera usar en mi vida cotidiana y que simbolizara lo mismo que el collar que en la intimidad solía usar: Qué era tuya
Me sentí feliz de saber aquel, tu deseo, por marcar mi pertenencia a ti de un modo que resultaría invisible para el resto de la gente.
Hablamos sobre las opciones que habías barajado y te expresé mi predilección entre las que manifestaste, por llevar una tobillera.
Seguimos paseando sin rumbo por las estrechas callejuelas del pequeño pueblo. Te detuviste ante una tienda algo hippie donde se agolpaban en el escaparate pendientes y pulseras.
Elegiste una tobillera para mí.. Era una fina cadenita de plata, sin ningún adorno adicional.
Tras pagarla, la guardaste, dentro del envoltorio de regalo que la vendedora te ofreció.
Bromee sobre la posible destinataria de ese regalo y me seguiste la broma con un tono de ambigüedad y misterio que yo fingí creer.
Seguimos paseando por las empedradas calles hasta llegar casi al restaurante.
Te detuviste y tras abrazarme y besarme me elevaste del suelo por sorpresa. Me sentaste en el alféizar de una ventana y marcaste en mi tobillo izquierdo el símbolo de mi pertenencia a ti, dijiste que era el lado del corazón.
La tobillera plateada resaltaba ahora en mi piel morena.
Me indicaste que no debía de quitármela jamás, en ningún momento. Porque yo era tuya siempre, en cualquier lugar y situación. Así lo deseabas. Así lo sentía. Tuya.
domingo, diciembre 11, 2005
sábado, diciembre 10, 2005
El castigo
Hemos llegado a tu casa.
Durante el trayecto el silencio ha sido denso.No hemos hablado.Ni siquiera he osado mirarte.
Sólo una vez tu mano,subiendo mi falda ha rozado mi muslo...un escalofrío me ha sacudido...pero has retirado tu mano de mi,no has seguido hacía el centro de mi deseo.
No he musitado palabra.Sé que estoy castigada.Sé que estas enojado.
Tras aparcar te has adelantado hacía la casa,no me has esperado. He caminado lentamente detrás de tí encontrando la puerta entreabierta,como me dijiste.
Me detengo allí,en el recibidor,sé cuales son mis obligaciones.
Me desnudo lentamente,intentando arañar minutos al tiempo,quiero postergar mi castigo pero también quiero acabar cuanto antes con esta frialdad que emana tu ser. No puedo con esta tristeza,no puedo con tu desidia...necesito que me perdones,no quiero volverte a contrariar.
No me importa ya lo que quieras hacer de mí, tómame,castigame...pero perdonáme.
Deseo de nuevo que mi Amo me hable y dejar que su mirada envuelva mi cuerpo,que sus manos me acaricien,me azoten,me hagan vibrar de pasión...de deseo...
Tú te has acercado a mí y permaneces de pie impasible esperandome.
- Mi Señor estoy ya preparada para servirte.
Me arrodillo frente a tí , de nuevo soy nada, tú eres mi Dios....lentamente desabrocho tu pantalón, deslizo tus slips y acerco mi boca a tu sexo...te lamo,te beso, te chupo,suavemente,vorazmente...me lleno de tí...y las lagrimas bañan mis mejillas...sé que me vas a perdonar por haber sído tan estúpida,por haber desconfiado de tí,por haber dudado...
Arrodillada frente a ti quiero que me redimas con tu placer,quiero sentirte y saciarme de Tí, quiero que me desees tanto como yo te deseo...voy notando como mi humedad escapa entre mis muslos y cada vez más lascivamente te voy conduciendo al climax...
He seguido arrodillada,abrazandome a ti y he deseado que el tiempo pare en ese momento mientras tú,mi Amo,mi Dueño depositas en mi tu gozo...
Me ordenas que me levante y me conduces de nuevo hasta el recibidor.Me atas en la barandilla de la escalera que conduce al piso superior.Mis brazos extendidos hacía arriba...me molestan las cuerdas en las muñecas,pero no me quejo.
Enfrente de mi un espejo devuelve mi imágen. Apenas me reconozco.Pero me agrada verme.
Desnuda,estirada...ofrecida a Tí.
Te marchas al piso de arriba, tienes que preparar tu equipaje, al día siguiente partes de viaje.No has vuelto a dirigirme palabra.
Permanezco sola mucho rato, ya no sé cuanto...he perdido la noción.Por un momento temo que te acuestes a dormir y me dejes allí toda la noche. Sé que lo tendría bien merecido.Quizás asi pudiera redimir mis errores.
Estoy sola.Te echo de menos mi Señor. Deseo que vengas a buscarme.No puedo evitar llorar en silencio mientras te espero.
Has bajado y te has detenido frente a mi. Me observas en silencio y acercas a mi tu cinturón rozando mis pechos,mis pezones...
Y entonces me preguntas si sé porque estoy así...si reconozco que me he portado mal.
Te pido perdón de nuevo,te suplico tu perdón.
Empiezas a azotarme con tu cinturón, me quema la espalda, las nalgas me abrasan...algunos golpes salpican mis pechos...y una oleada de deseo mezclada con temor me sacude el cuerpo.Pellizcas mis pezones mientras me miras fijamente a los ojos, he de bajar la vista,cada vez estoy más en tus manos...
Te pertenezco, soy tuya...haz tu voluntad en mí....
Me desatas, en mis muñecas rojas y marcadas por las cuerdas queda la huella de tu perdón.
Allí mismo me haces apoyarme en las escaleras y me sodomizas...y cada vez que noto como empujas dentro de mi ,el fuego de mi deseo me hace daño y me consume...hasta que vibramos los dos de placer.
Me coges en tus brazos y arrullada en tí me subes a la habitación, apoyo mi cabeza en tu hombro y me abrazo con fuerza a tí....me has perdonado mi Señor...y me permito darte un beso.
Durante el trayecto el silencio ha sido denso.No hemos hablado.Ni siquiera he osado mirarte.
Sólo una vez tu mano,subiendo mi falda ha rozado mi muslo...un escalofrío me ha sacudido...pero has retirado tu mano de mi,no has seguido hacía el centro de mi deseo.
No he musitado palabra.Sé que estoy castigada.Sé que estas enojado.
Tras aparcar te has adelantado hacía la casa,no me has esperado. He caminado lentamente detrás de tí encontrando la puerta entreabierta,como me dijiste.
Me detengo allí,en el recibidor,sé cuales son mis obligaciones.
Me desnudo lentamente,intentando arañar minutos al tiempo,quiero postergar mi castigo pero también quiero acabar cuanto antes con esta frialdad que emana tu ser. No puedo con esta tristeza,no puedo con tu desidia...necesito que me perdones,no quiero volverte a contrariar.
No me importa ya lo que quieras hacer de mí, tómame,castigame...pero perdonáme.
Deseo de nuevo que mi Amo me hable y dejar que su mirada envuelva mi cuerpo,que sus manos me acaricien,me azoten,me hagan vibrar de pasión...de deseo...
Tú te has acercado a mí y permaneces de pie impasible esperandome.
- Mi Señor estoy ya preparada para servirte.
Me arrodillo frente a tí , de nuevo soy nada, tú eres mi Dios....lentamente desabrocho tu pantalón, deslizo tus slips y acerco mi boca a tu sexo...te lamo,te beso, te chupo,suavemente,vorazmente...me lleno de tí...y las lagrimas bañan mis mejillas...sé que me vas a perdonar por haber sído tan estúpida,por haber desconfiado de tí,por haber dudado...
Arrodillada frente a ti quiero que me redimas con tu placer,quiero sentirte y saciarme de Tí, quiero que me desees tanto como yo te deseo...voy notando como mi humedad escapa entre mis muslos y cada vez más lascivamente te voy conduciendo al climax...
He seguido arrodillada,abrazandome a ti y he deseado que el tiempo pare en ese momento mientras tú,mi Amo,mi Dueño depositas en mi tu gozo...
Me ordenas que me levante y me conduces de nuevo hasta el recibidor.Me atas en la barandilla de la escalera que conduce al piso superior.Mis brazos extendidos hacía arriba...me molestan las cuerdas en las muñecas,pero no me quejo.
Enfrente de mi un espejo devuelve mi imágen. Apenas me reconozco.Pero me agrada verme.
Desnuda,estirada...ofrecida a Tí.
Te marchas al piso de arriba, tienes que preparar tu equipaje, al día siguiente partes de viaje.No has vuelto a dirigirme palabra.
Permanezco sola mucho rato, ya no sé cuanto...he perdido la noción.Por un momento temo que te acuestes a dormir y me dejes allí toda la noche. Sé que lo tendría bien merecido.Quizás asi pudiera redimir mis errores.
Estoy sola.Te echo de menos mi Señor. Deseo que vengas a buscarme.No puedo evitar llorar en silencio mientras te espero.
Has bajado y te has detenido frente a mi. Me observas en silencio y acercas a mi tu cinturón rozando mis pechos,mis pezones...
Y entonces me preguntas si sé porque estoy así...si reconozco que me he portado mal.
Te pido perdón de nuevo,te suplico tu perdón.
Empiezas a azotarme con tu cinturón, me quema la espalda, las nalgas me abrasan...algunos golpes salpican mis pechos...y una oleada de deseo mezclada con temor me sacude el cuerpo.Pellizcas mis pezones mientras me miras fijamente a los ojos, he de bajar la vista,cada vez estoy más en tus manos...
Te pertenezco, soy tuya...haz tu voluntad en mí....
Me desatas, en mis muñecas rojas y marcadas por las cuerdas queda la huella de tu perdón.
Allí mismo me haces apoyarme en las escaleras y me sodomizas...y cada vez que noto como empujas dentro de mi ,el fuego de mi deseo me hace daño y me consume...hasta que vibramos los dos de placer.
Me coges en tus brazos y arrullada en tí me subes a la habitación, apoyo mi cabeza en tu hombro y me abrazo con fuerza a tí....me has perdonado mi Señor...y me permito darte un beso.
Marca de propiedad
Siempre recordaré aquella noche.Durante meses nuestra relación se había afianzado basándose en la sinceridad, respeto, entrega.Un mundo de fantasías, deseos y placeres convertido en nuestra realidad.Ya no me bastaba llevar tu collar de perra, ya no te bastaba saberme tuya.Deseabas que llevará en mi cuerpo la marca de mi sometimiento a ti.Tu marca de pertenencia siempre grabada en mi piel.Me sentí feliz y orgullosa cuando me propusiste marcarme.Te pertenecía, siempre había sido asi. Incluso antes de conocerte.Cada experiencia vivida no era sino un modo de ir acercándome y preparándome para ser tuya.Supe que eras mi DUEÑO desde el primer momento y tu supiste que yo era tuya.Jamás había deseado tanto sentir el dolor de unos azotes en mi cuerpo como cuando tu me los inflingias.Y me agradaba contemplar en silencio cuando estaba a solas aquellas marcas que dejabas sin piedad en mis nalgas.Cada vez deseaba darte más. Adorarte. Hacerte feliz. Dedicarme a Ti, mi SEÑOR, era lo único que deseaba y me hacía feliz.Y Tú sabías hacerme sentir querida, mimada, cuidada, respetada. Con tu dedicación y atenciones ibas educándome como tu esclava.Eras un hombre libre para mí, seguro de ti mismo y de lo que querías conseguir de mi. Aquella noche habías dispuesto que me marcaran con tus iniciales.Una lágrima de felicidad recorrió mi cuerpo a pesar del dolor, cuando supe que ya por siempre era marcada de tu propiedad.
Un paseo por el campo...
Estaba anocheciendo cuando llegamos a aquel solitario paraje.Mi AMO aparco el coche y su mano se deslizo suavemente por debajo de mi falda,ascendiendo por mis muslos.Llevaba unas medias de liguero, como a El le gustan, dejando mi sexo totalmente accesible para El, ya que esta es una de mis obligaciones como esclava.Tras juguetear su mano con el encaje de mi tanga y palpar la humedad de mi sexo me ordeno que me lo quitara.Cumpli aquella orden con prontitud, mientras mi AMO me observaba en silencio.De nuevo sus manos recorrieron mis muslos y esta vez sin mayor obstaculo rozo mi sexo que ardiente y excitado esperaba aquellas caricias de mi DUEÑO.Entonces mi AMO me despojo también de la falda y me ordeno bajar asi del coche.Estaba anocheciendo pero sentí una punzada de pudor por si alguien podía verme.Sin embargo nada replique y con un "Si mi SEÑOR" en mis labios me dispuse a bajar del coche, tan sólo una fina y transparente blusa me cubría.mi AMO bajo del coche y rodeándolo se situó frente a mi. Me tomo de la mano y me condujo hasta una barandilla de piedra que a modo de mirador separaba la zona del aparcamiento de la zona arbolada.Se sento en la barandilla y me hizo tumbarme boca abajo sobre su regazo.Su fuerte mano azoto mi trasero una y otra vez, hasta hacerme estremecer por el lacerante dolor que recorría mis nalgas ante los contundentes golpes.De vez en cuando su mano comprobaba la excitación de mi sexo que imparable seguía mojándose dada la situación.Estaba anocheciendo...Me hizo incorporar y me despojo del resto de ropa: Blusa y sujetador.Totalmente desnuda ante Él, ofrecida, avergonzada y humillada sin ser capaz de protestar...segui esperando que El siguiera disfrutando de mi del modo que deseara.Su mano acompaño a mi mano hasta la cremallera del pantalón y adivine su siguiente deseo.A traves del boxer pude extraer su fuerte y erecto sexo...Jugoso placer para mi boca saborearle allí, sin importarme el lugar y la situación.Permanecí arrodillada en aquel frío suelo, algunas hierbecitas rozaban mis rodillas mientras me dedicaba a deleitarme con el adorado sexo de mi DUEÑO, sabiendo que le estaba complaciendo con mi entregada actuación sin protestar por estar al aire libre ni importarme nada más que seguir sus instrucciones y deseos...Mi lengua surcaba imparable su miembro, intercalando mis gemidos mientras le chupaba y saboreaba, deseando darle cada vez más, necesitando que sintiera toda mi excitación de aquellos momentos...Deseaba que mi AMO me follara, lo deseaba con locura, mi sexo seguia mojado, empapado por el deseo y placer de aquella escena, pero sabía que sólo sucederia lo que El deseara, nada podía pedir ni exigir...Sólo limitarme a satisfacerle, porque asi encontraba mi propio placer en su placer...Sirviéndole, adorándole, entregándome...Me sentía su perrita en aquella postura mientras seguía chupando y lamiendo...Y fue entonces cuando mi AMO me hizo apartar, y cogiéndome de la mano me arrastro hacía el interior de un pequeño bosquecillo que había ante nosotros.Allí me apoyo en un árbol y tras situarse a mi espalda sentí como me penetraba...El placer inundo cada poro de mi piel sintiéndole dentro de mi, empujandome con su sexo y dandome aquel placer deseado durante tanto tiempo...Mi AMO follaba a su perrita...me sentia feliz y me estremeci sujetandome a aquel árbol cuando el orgasmo sacudió mi cuerpo mientras sentía como mi AMO explotaba de placer abrazado a mi espalda...Ya había anochecido cuando volvimos al coche.Hubiese deseado quedarme durante toda la noche con mi Amo y dormirme abrazada así a El,sintiéndome feliz de ser usada a su antojo...
Ya nada existe fuera de esta habitación...
Cuando entramos a la habitación ambos miramos la misma viga, camuflada bajo una cortina de tul y suspendida sobre la cama, simulaba un falso dosel.No tardaste mucho en comprobar su solidez y aguante. Sonreíste al tantearla con tus brazos y apercibirte de su consistencia.Aquella noche , cuando ya estaba desnuda para Ti, me ordenaste situarme de pie sobre la cama y encadenaste mis brazos a la viga, quedando suspendida, casi de puntillas.La seda de tu pañuelo blanco y negro vendando mis ojos y reduciendo mis sentidos a la oscuridad .Una vez más, indefensa y vulnerable para Ti, sometida a tu deseo.Tu fusta recorrió lentamente mi cuerpo, acariciando mi piel y haciéndome estremecer de placer.Intuyendo. Deseando. Sintiendo. Azotes. Caricias. Dolor. Placer. Sensaciones que se funden.Me deslizo entre mis pensamientos. Se diluyen. Siento como me fundo en ti. Ya no soy yo.Me abandono. Quiero darte más. Quiero sentirte más. La fusta sigue dibujando mi cuerpo.Deseo tus besos, tus abrazos. Deseo verte a mi lado. Reflejarme en tus ojos.Espero. En silencio.Te detienes y me liberas de mis cadenas.Besas mis doloridos brazos que lentamente te buscan.Dulcemente desanudas el pañuelo. Luz. Tus ojos. Besos. Caricias.Ya nada existe fuera de esta habitación...
Mirando el fuego
Brindamos con cava.
Tú estas sentado en el sillón y yo permanezco a tus pies, sentada sobre un cojín.
Crepita la chimenea y aunque están las luces apagadas el débil resplandor de las velas y el fuego me ayuda a ver tu rostro.
Tus ojos, tus labios...Deseo besarte, acariciar tu cara, pasear mis manos por tu cabello.
Me aproximo. Arrodillada frente a tí. Mirándote en silencio. Deseando sentir el tacto de tus manos en mi piel.
Tus manos juegan con mis pechos, liberándolos del vestido.
Pellizcas mis pezones y sigues jugueteando lentamente con mis senos, provocando en mi el deseo por seguir sintiéndote, cada vez más….
Deseando que no ceses en tus caricias, que no te detengas en tu pausado viaje hacía mi excitación.
Te inclinas, besas y lames mis pezones y sigues arrastrándome sin darme pausa al placer.
Y ya no es el fuego de la lumbre el que me quema, me abrasa mi deseo por pertenecerte, por sentirte…
Sacias mi sed de ti con tus besos y con tus caricias y tan sólo puedo ya pensar que necesito más, te necesito más…
Tú estas sentado en el sillón y yo permanezco a tus pies, sentada sobre un cojín.
Crepita la chimenea y aunque están las luces apagadas el débil resplandor de las velas y el fuego me ayuda a ver tu rostro.
Tus ojos, tus labios...Deseo besarte, acariciar tu cara, pasear mis manos por tu cabello.
Me aproximo. Arrodillada frente a tí. Mirándote en silencio. Deseando sentir el tacto de tus manos en mi piel.
Tus manos juegan con mis pechos, liberándolos del vestido.
Pellizcas mis pezones y sigues jugueteando lentamente con mis senos, provocando en mi el deseo por seguir sintiéndote, cada vez más….
Deseando que no ceses en tus caricias, que no te detengas en tu pausado viaje hacía mi excitación.
Te inclinas, besas y lames mis pezones y sigues arrastrándome sin darme pausa al placer.
Y ya no es el fuego de la lumbre el que me quema, me abrasa mi deseo por pertenecerte, por sentirte…
Sacias mi sed de ti con tus besos y con tus caricias y tan sólo puedo ya pensar que necesito más, te necesito más…
Escondidos
Escondidos dentro de tu coche jugando, sin saberlo nadie, a ser descubiertos.
Tu mano recorriendo mis muslos, jugando con el liguero de las negras medias que hoy me ordenaste llevar.
Querías como siempre que nos encontramos, que llevara falda y elegí esta, cuadros negros y rosa, con tablas de colegiala. Sabía que te sorprendería con mi atuendo cuando me acercaba a ti, con el abrigo desabrochado lo justo para que te percataras de mi escasa indumentaria.
Subí al coche y diste un par de vueltas pensando donde llevarme.
Hablamos mientras la luna bañaba débilmente nuestros rostros. Nos besamos.
Me agrado que atraparas mis brazos con tus fuertes manos y me hicieras tenderlos hacía atrás.
Tu boca despojándome del jersey a besos, subiendo tu lengua lentamente hasta llegar a mis pechos.
Y ya no recuerdo el ritmo con el que intercalabas besos con azotes.
Arrodillada, tumbada sobre ti, angostamente sobre los asientos, me azotaste.
Tuve que ir contando los azotes que laceraban la piel de mis nalgas.
No podía pedirte que pararas. A veces me tomaba unos segundos para seguir contando porque el dolor inundaba mi mente hasta hacerme dejar de pensar.
Si me detenía tu dabas por finalizado aquel castigo. Pero yo seguía la cuenta hasta el número en que tu quisieras detenerte, mientras mi voz se quebraba en cada número que pronunciaba, cada vez más quedamente...
De vez en cuando te parabas para comprobar como mi sexo humedecía por ti, esperando más…
Yo iba perdiendo la noción de tiempo y lugar con cada azote.
Me recompensaste al final de aquel agridulce suplicio.
Tus manos acariciaban mi sexo hasta hacerme arrancar gemidos de placer que interrumpías con palmadas que apenas lograban frenar mi delirio.
Mis manos entrelazadas en mi espalda. Mis piernas abiertas, no me permitías cerrarlas…
Estallé de placer una y otra vez sobre tu mano sintiéndome desaparecer en aquel espacio infinito de pasión que creabas a mi alrededor, arrastrándome a tu universo de punzantes estrellas.
Creí despertar de un lejano sueño cuando sonriendo te tuve que pedir que detuvieras aquella sucesión interminable de deseo que galopaba sobre mi cuerpo, porque la locura rozaba ya mi mente, incapaz de sentir más…
Tu mano recorriendo mis muslos, jugando con el liguero de las negras medias que hoy me ordenaste llevar.
Querías como siempre que nos encontramos, que llevara falda y elegí esta, cuadros negros y rosa, con tablas de colegiala. Sabía que te sorprendería con mi atuendo cuando me acercaba a ti, con el abrigo desabrochado lo justo para que te percataras de mi escasa indumentaria.
Subí al coche y diste un par de vueltas pensando donde llevarme.
Hablamos mientras la luna bañaba débilmente nuestros rostros. Nos besamos.
Me agrado que atraparas mis brazos con tus fuertes manos y me hicieras tenderlos hacía atrás.
Tu boca despojándome del jersey a besos, subiendo tu lengua lentamente hasta llegar a mis pechos.
Y ya no recuerdo el ritmo con el que intercalabas besos con azotes.
Arrodillada, tumbada sobre ti, angostamente sobre los asientos, me azotaste.
Tuve que ir contando los azotes que laceraban la piel de mis nalgas.
No podía pedirte que pararas. A veces me tomaba unos segundos para seguir contando porque el dolor inundaba mi mente hasta hacerme dejar de pensar.
Si me detenía tu dabas por finalizado aquel castigo. Pero yo seguía la cuenta hasta el número en que tu quisieras detenerte, mientras mi voz se quebraba en cada número que pronunciaba, cada vez más quedamente...
De vez en cuando te parabas para comprobar como mi sexo humedecía por ti, esperando más…
Yo iba perdiendo la noción de tiempo y lugar con cada azote.
Me recompensaste al final de aquel agridulce suplicio.
Tus manos acariciaban mi sexo hasta hacerme arrancar gemidos de placer que interrumpías con palmadas que apenas lograban frenar mi delirio.
Mis manos entrelazadas en mi espalda. Mis piernas abiertas, no me permitías cerrarlas…
Estallé de placer una y otra vez sobre tu mano sintiéndome desaparecer en aquel espacio infinito de pasión que creabas a mi alrededor, arrastrándome a tu universo de punzantes estrellas.
Creí despertar de un lejano sueño cuando sonriendo te tuve que pedir que detuvieras aquella sucesión interminable de deseo que galopaba sobre mi cuerpo, porque la locura rozaba ya mi mente, incapaz de sentir más…
viernes, diciembre 09, 2005
En la fiesta (III)
mi AMO salió de la bañera y me ordeno que saliera tras Él. Tuve que secarle con una toalla que con suma delicadeza pasee por su piel eliminando la espuma que se había quedado como nubes de algodón prendida en su cuerpo.
Seguí con mi toalla en el cuerpo esperando que me diera alguna orden. No veía ropa en la sala de baño para vestirme.
Él se vistió de nuevo y me ordeno que me quitara ya la toalla y me arrodillara frente a El.
La sala estaba ya caldeada, no tenía frío y deje deslizar mi toalla hasta el suelo,para cumplir con su orden.
Me puso unas tobilleras y unas muñequeras y volvió a abrochar su collar en mi cuello con la cadenita sujeta.
Desnuda tuve que salir a gatas trás él sin saber a donde se dirigían sus pasos.
Volvimos a pasar por la Sala donde estaban los otros Amos con sus esclavas y cuando nos vieron llegar detuvieron sus actividades y se acercaron a hablar con mi Amo.
Pasamos a una sala contigüa donde había dispuesta una mesa con tan sólo tres cubiertos.Adornada la mesa con velas y una chimenea detrás que daba calidez al ambiente y creaba un agradable y confortable clima en el que no resultaba molesta la desnudez.
Se sentaron los Amos en la mesa y nosotras tuvimos que permanecer al lado de cada respectivo Amo esperando que dieran por terminados sus platos.
No sabía cuando teniamos que cenar nosotras pero nada dije. Lo cierto es que empezaba ya a tener hambre y ver la viandas dispuestas en la mesa me abría más el apetito.
Ante mi sorpresa los Amos terminaron la cena y siguieron sin darnos permiso para levantarnos ni cenar nada. Tampoco teniamos permiso para hablar.
De vez en cuando mi Amo acariciaba mis pechos o mi pelo, y seguía cenando.
La situación era excitante, me sentía totalmente a su disposición, sin tener permiso para hablar ni pedir nada. Tan sólo esperar sus ordenes.
Nos hicieron levantar tras retirar los platos de la mesa y tuvimos que tumbarnos las de una en una sobre la mesa, mientras las otras esperaban arrodilladas.
A cada una nos rociaron con chocolate, tras anudarnos los brazos y tobillos a las patas de la mesa.Era un chocolate del que se usa para adornar y dibujaron en nosotras sus respectivas iniciales para luego rociar nuestros pezones y sexo.
Mi AMO se aproximo a mi y lamió mis pezones, de vez en cuando notaba como pequeños mordiscos pero en lugar de dolerme sentía como mi sexo se mojaba de un modo imparable.
Después lamió mi sexo,que rebozado de chocolate se bañaba en placer, sintiendole deslizar y acariciarme con su lengua, que jugaba con mis labios y mi clitoris y me hacía retorcer de placer.
Me sentía dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que no se detuviera en aquella chocolateada degustación que me hacía perder los sentidos...
Tuve un orgasmo sobre la mesa y después espere en el suelo mientras las otras esclavas eran chocolateadas por sus respectivos Amos.
Arrodillada, al lado de mi Amo me sentía como una perrita ansiosa y deseosa, abandonada totalmente al placer del sexo que mi Amo sabía despertar en mi...
Una vez todas tuvimos nuestra ración de chocolate fuimos atadas en las poleas del techo, las tres desnudas frente a frente,tan sólo con las tobilleras y muñequeras de esclava y rozandose nuestros pezones ante el mínimo movimiento.
Nos vendaron los ojos a las tres.
Los Amos empezaron a azotarnos de un modo indiscriminado.
Sentí los azotes en mi espalda, latigazos en mis nalgas, mis muslos castigados sin piedad por aquellos azotes que no sabía ni de donde procedían.
Oía los gemidos y quejidos de las otras esclavas que se fundian con los míos.
Intentabamos no quejarnos fuerte pero ellos parecían arreciar cada vez más con los fustazos y latigazos.
Estabamos siendo castigadas sin piedad y mi sexo seguia humedo del placer de estar sirviendo a mi Dueño y sentirme tratada como su esclava.
No había en ese momento nada tan importante para mi como sentir el castigo de mi Dueño, sentirme usada, utilizada para su placer.
Desear que estuviese disfrutando de mi cuerpo, que era suyo...
Fui desanudada y segui con los ojos vendados. Las otras esclavas parece que seguian anudadas juntas.
Mi Amo me quito la venda de los ojos y me dio un beso en la boca que correspondi con fiereza posando mi lengua en sus labios y deseando fundirme en Él de tanto deseo que contenía mi cuerpo...
Pero aún no había llegado el momento...
Primero me ordeno que lamiera los pezones de las esclavas.
Era algo que ya había hecho alguna vez asi que no me costo esfuerzo empezar a juguetear y chupar los pezones de ellas.
Mi Amo me llevaba de una a otra, y mientras yo me agachaba para chupar sus pezones y succionarlos intentando arrancar en ellas gemidos de placer,porque sabía que mi Amo gozaría de la estampa.
Él me azotaba en el culo,que quedaba asi ofrecido,mientras yo estaba inclinada.
Los latigazos caian sobre mis nalgas y espalda.
Al mismo tiempo los otros Amos recorrian mi cuerpo con sus manos, tocaban mis pezones, jugaban con mi sexo y jugaban acariciando a las otras esclavas.
Y todo en mi cuerpo era puro sentir placer, en aquella situación...Cada vez los gemidos de las esclavas subían de tono y cada vez yo estaba más mojada.
Y entonces mi Amo me ordeno que me arrodillara frente a cada esclava y que les lamiera su sexo.
Jamás habia hecho algo asi, me causaba incluso repugnancia pensarlo.
Me resultaba humillante tener que lamer a otra mujer, no me apetecía la idea y pensé que no iba a hacerlo, que mi Amo comprenderia mi reticencia.
Pero mi Amo deseaba verme así, arrodillada y sometida frente a las otras esclavas.
Le mire a los ojos, no podía hacerlo.Me detuve.
Hubo un silencio en el que los otros Amos esperaron.
Entonces mi Amo descargo su latigo con furia sobre mi espalda.
- Arrodillate perra, cumple lo que te ordeno.
Nada más necesite oir, le pertenecia, debía obedecerle. Yo había dejado de ser libre, le pertenecia y era él quien gobernaba mi cuerpo para su placer.
Me arrodille frente a una de las esclavas...
Seguí con mi toalla en el cuerpo esperando que me diera alguna orden. No veía ropa en la sala de baño para vestirme.
Él se vistió de nuevo y me ordeno que me quitara ya la toalla y me arrodillara frente a El.
La sala estaba ya caldeada, no tenía frío y deje deslizar mi toalla hasta el suelo,para cumplir con su orden.
Me puso unas tobilleras y unas muñequeras y volvió a abrochar su collar en mi cuello con la cadenita sujeta.
Desnuda tuve que salir a gatas trás él sin saber a donde se dirigían sus pasos.
Volvimos a pasar por la Sala donde estaban los otros Amos con sus esclavas y cuando nos vieron llegar detuvieron sus actividades y se acercaron a hablar con mi Amo.
Pasamos a una sala contigüa donde había dispuesta una mesa con tan sólo tres cubiertos.Adornada la mesa con velas y una chimenea detrás que daba calidez al ambiente y creaba un agradable y confortable clima en el que no resultaba molesta la desnudez.
Se sentaron los Amos en la mesa y nosotras tuvimos que permanecer al lado de cada respectivo Amo esperando que dieran por terminados sus platos.
No sabía cuando teniamos que cenar nosotras pero nada dije. Lo cierto es que empezaba ya a tener hambre y ver la viandas dispuestas en la mesa me abría más el apetito.
Ante mi sorpresa los Amos terminaron la cena y siguieron sin darnos permiso para levantarnos ni cenar nada. Tampoco teniamos permiso para hablar.
De vez en cuando mi Amo acariciaba mis pechos o mi pelo, y seguía cenando.
La situación era excitante, me sentía totalmente a su disposición, sin tener permiso para hablar ni pedir nada. Tan sólo esperar sus ordenes.
Nos hicieron levantar tras retirar los platos de la mesa y tuvimos que tumbarnos las de una en una sobre la mesa, mientras las otras esperaban arrodilladas.
A cada una nos rociaron con chocolate, tras anudarnos los brazos y tobillos a las patas de la mesa.Era un chocolate del que se usa para adornar y dibujaron en nosotras sus respectivas iniciales para luego rociar nuestros pezones y sexo.
Mi AMO se aproximo a mi y lamió mis pezones, de vez en cuando notaba como pequeños mordiscos pero en lugar de dolerme sentía como mi sexo se mojaba de un modo imparable.
Después lamió mi sexo,que rebozado de chocolate se bañaba en placer, sintiendole deslizar y acariciarme con su lengua, que jugaba con mis labios y mi clitoris y me hacía retorcer de placer.
Me sentía dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que no se detuviera en aquella chocolateada degustación que me hacía perder los sentidos...
Tuve un orgasmo sobre la mesa y después espere en el suelo mientras las otras esclavas eran chocolateadas por sus respectivos Amos.
Arrodillada, al lado de mi Amo me sentía como una perrita ansiosa y deseosa, abandonada totalmente al placer del sexo que mi Amo sabía despertar en mi...
Una vez todas tuvimos nuestra ración de chocolate fuimos atadas en las poleas del techo, las tres desnudas frente a frente,tan sólo con las tobilleras y muñequeras de esclava y rozandose nuestros pezones ante el mínimo movimiento.
Nos vendaron los ojos a las tres.
Los Amos empezaron a azotarnos de un modo indiscriminado.
Sentí los azotes en mi espalda, latigazos en mis nalgas, mis muslos castigados sin piedad por aquellos azotes que no sabía ni de donde procedían.
Oía los gemidos y quejidos de las otras esclavas que se fundian con los míos.
Intentabamos no quejarnos fuerte pero ellos parecían arreciar cada vez más con los fustazos y latigazos.
Estabamos siendo castigadas sin piedad y mi sexo seguia humedo del placer de estar sirviendo a mi Dueño y sentirme tratada como su esclava.
No había en ese momento nada tan importante para mi como sentir el castigo de mi Dueño, sentirme usada, utilizada para su placer.
Desear que estuviese disfrutando de mi cuerpo, que era suyo...
Fui desanudada y segui con los ojos vendados. Las otras esclavas parece que seguian anudadas juntas.
Mi Amo me quito la venda de los ojos y me dio un beso en la boca que correspondi con fiereza posando mi lengua en sus labios y deseando fundirme en Él de tanto deseo que contenía mi cuerpo...
Pero aún no había llegado el momento...
Primero me ordeno que lamiera los pezones de las esclavas.
Era algo que ya había hecho alguna vez asi que no me costo esfuerzo empezar a juguetear y chupar los pezones de ellas.
Mi Amo me llevaba de una a otra, y mientras yo me agachaba para chupar sus pezones y succionarlos intentando arrancar en ellas gemidos de placer,porque sabía que mi Amo gozaría de la estampa.
Él me azotaba en el culo,que quedaba asi ofrecido,mientras yo estaba inclinada.
Los latigazos caian sobre mis nalgas y espalda.
Al mismo tiempo los otros Amos recorrian mi cuerpo con sus manos, tocaban mis pezones, jugaban con mi sexo y jugaban acariciando a las otras esclavas.
Y todo en mi cuerpo era puro sentir placer, en aquella situación...Cada vez los gemidos de las esclavas subían de tono y cada vez yo estaba más mojada.
Y entonces mi Amo me ordeno que me arrodillara frente a cada esclava y que les lamiera su sexo.
Jamás habia hecho algo asi, me causaba incluso repugnancia pensarlo.
Me resultaba humillante tener que lamer a otra mujer, no me apetecía la idea y pensé que no iba a hacerlo, que mi Amo comprenderia mi reticencia.
Pero mi Amo deseaba verme así, arrodillada y sometida frente a las otras esclavas.
Le mire a los ojos, no podía hacerlo.Me detuve.
Hubo un silencio en el que los otros Amos esperaron.
Entonces mi Amo descargo su latigo con furia sobre mi espalda.
- Arrodillate perra, cumple lo que te ordeno.
Nada más necesite oir, le pertenecia, debía obedecerle. Yo había dejado de ser libre, le pertenecia y era él quien gobernaba mi cuerpo para su placer.
Me arrodille frente a una de las esclavas...
En la fiesta (II)
¿Sabes que es la lluvía dorada? ¿Sabes que voy a marcar a mi perra? - me pregunto cuando aún tenía en mi cara los restos de aquel intenso momento...
Temblé sin querer al oir aquellas palabras.
Nunca se me hubiese ocurrido que mi Amo deseara probar la lluvia amarilla en mi. Las veces que lo habiamos comentado no parecía atraerle en demasia la idea, simplemente lo contemplaba como una posibilidad.
Pero al parecer mi comportamiento durante los días pasados había suscitado en él aquel deseo por probarme y humillarme.
Y ya no sabía si deseaba hacerlo porque me estaba conduciendo al límite de mi entrega probándome hasta que yo claudicara o realmente pretendía marcarme con su lluvia.
No sabía como iba a sentirme si esa situación se producía. Jamás me lo había planteado. Creía que podía ser repugnante o desagradable pero lo cierto es que en aquellos momentos, arrodillada en el suelo, con mi cara aún bañada por su semén me sentía totamente a su merced y dispuesta a seguir obedeciéndole y cumpliendo cualquier orden o deseo que pudiera mandarme...
No tuve apenas tiempo de pensar.
Mi Amo limpió mi cara con unos tissues blancos, me acarició con suavidad y me dio un tenue beso en los labios.
Luego cogió mi cadenita y estirando de ella me hizo seguir andando tras él, a gatas...Le gustaba mirar como su esclava se convertía en su fiel perrita siguiendole.Él sabía que para mi era muy humillante andar así, pero intentaba esforzarme por que mis movimientos fueran de lo más sugerentes y apetecibles para él...
Mi Amo me daba con su fusta en el trasero mientras yo le seguia y me apresuraba a que acelerara mi paso...A duras penas intentaba seguirle y él seguia azotandome con la fusta.
Me condujo hasta la sala de baño. Había una enorme bañera redonda en el centro,con escalones alrededor.
Velas e incienso adornaban e iluminaban la estancia con una luz débil, pero a pesar de la penumbra era fácil distinguir el mobiliario del lugar.
Mi Amo me ordeno introducirme en la bañera,que estaba vacía de agua y allí dentro tuve que arrodillarme tendiendo mis brazos hacía adelante...
Note como él subia el escalon y se situaba delante de mi, oí el ruido de su cremallera bajando...
Y entonces sentí en mi aquel líquido caliente que mojaba mi espalda y se deslizaba sin poder hacer nada por pararlo por todo mi cuerpo...
Lluvía amarilla de mi Dueño inundando el cuerpo de su perra, llenandolo de él...
No sentía repugnancia, tan sólo desconcierto por aquella situación.
Me sentía totalmente humilllada y sometida. Dispuesta a aceptar cualquier situación que mi Amo deseara experimentar.
Gozando al saber que él cumplia en mi aquella fantasia.
Me preguntaba que estaría sintiendo él. Si le llenaria de placer aquella situación de dominio sobre mí, deseaba que él estuviese disfrutando de la situación y que mi humillación ante él fuese ya la prueba de que le pertenecía totalmente y que queria satisfacerle y no negarme a nada...
Quería seguir avanzando, seguir obedeciendo y complacerle en todo momento.
Seguía sintiendo como mi Amo bañaba mi cuerpo con aquella lluvia amarilla que me marcaba como suya, y sentía como mi sexo se empapaba de mi propia excitación...
Estaba siendo usada, humillada y gozada por mi Dueño como una zorra y aquella situación me hacía sentir más perra , más sumisa, más esclava que nunca..
Tan sólo deseaba que mi Dueño deseara seguir gozandome, haciendome sentir todas aquellas sensaciones.
No queria que nada más rondara mi mente, sólo su placer que era mi placer...
No queria pensar en nada más salvo sentirme feliz por servirle...
Tras la lluvia mi Amo me ducho, me mojo con agua y me paso la esponja enjabonandome y borrando todo rastro en mi de aquella secreta escena en la que me había humillado como nunca...
Después entro conmigo a la bañera donde pude enjabonarle yo...Y seguir abrazada a él durante mucho tiempo, sintiendo su cuerpo contra el mío y deseandole como nunca...
Pensé que era un buen colofón para la noche pero aún me aguardaban más sorpresas...
Temblé sin querer al oir aquellas palabras.
Nunca se me hubiese ocurrido que mi Amo deseara probar la lluvia amarilla en mi. Las veces que lo habiamos comentado no parecía atraerle en demasia la idea, simplemente lo contemplaba como una posibilidad.
Pero al parecer mi comportamiento durante los días pasados había suscitado en él aquel deseo por probarme y humillarme.
Y ya no sabía si deseaba hacerlo porque me estaba conduciendo al límite de mi entrega probándome hasta que yo claudicara o realmente pretendía marcarme con su lluvia.
No sabía como iba a sentirme si esa situación se producía. Jamás me lo había planteado. Creía que podía ser repugnante o desagradable pero lo cierto es que en aquellos momentos, arrodillada en el suelo, con mi cara aún bañada por su semén me sentía totamente a su merced y dispuesta a seguir obedeciéndole y cumpliendo cualquier orden o deseo que pudiera mandarme...
No tuve apenas tiempo de pensar.
Mi Amo limpió mi cara con unos tissues blancos, me acarició con suavidad y me dio un tenue beso en los labios.
Luego cogió mi cadenita y estirando de ella me hizo seguir andando tras él, a gatas...Le gustaba mirar como su esclava se convertía en su fiel perrita siguiendole.Él sabía que para mi era muy humillante andar así, pero intentaba esforzarme por que mis movimientos fueran de lo más sugerentes y apetecibles para él...
Mi Amo me daba con su fusta en el trasero mientras yo le seguia y me apresuraba a que acelerara mi paso...A duras penas intentaba seguirle y él seguia azotandome con la fusta.
Me condujo hasta la sala de baño. Había una enorme bañera redonda en el centro,con escalones alrededor.
Velas e incienso adornaban e iluminaban la estancia con una luz débil, pero a pesar de la penumbra era fácil distinguir el mobiliario del lugar.
Mi Amo me ordeno introducirme en la bañera,que estaba vacía de agua y allí dentro tuve que arrodillarme tendiendo mis brazos hacía adelante...
Note como él subia el escalon y se situaba delante de mi, oí el ruido de su cremallera bajando...
Y entonces sentí en mi aquel líquido caliente que mojaba mi espalda y se deslizaba sin poder hacer nada por pararlo por todo mi cuerpo...
Lluvía amarilla de mi Dueño inundando el cuerpo de su perra, llenandolo de él...
No sentía repugnancia, tan sólo desconcierto por aquella situación.
Me sentía totalmente humilllada y sometida. Dispuesta a aceptar cualquier situación que mi Amo deseara experimentar.
Gozando al saber que él cumplia en mi aquella fantasia.
Me preguntaba que estaría sintiendo él. Si le llenaria de placer aquella situación de dominio sobre mí, deseaba que él estuviese disfrutando de la situación y que mi humillación ante él fuese ya la prueba de que le pertenecía totalmente y que queria satisfacerle y no negarme a nada...
Quería seguir avanzando, seguir obedeciendo y complacerle en todo momento.
Seguía sintiendo como mi Amo bañaba mi cuerpo con aquella lluvia amarilla que me marcaba como suya, y sentía como mi sexo se empapaba de mi propia excitación...
Estaba siendo usada, humillada y gozada por mi Dueño como una zorra y aquella situación me hacía sentir más perra , más sumisa, más esclava que nunca..
Tan sólo deseaba que mi Dueño deseara seguir gozandome, haciendome sentir todas aquellas sensaciones.
No queria que nada más rondara mi mente, sólo su placer que era mi placer...
No queria pensar en nada más salvo sentirme feliz por servirle...
Tras la lluvia mi Amo me ducho, me mojo con agua y me paso la esponja enjabonandome y borrando todo rastro en mi de aquella secreta escena en la que me había humillado como nunca...
Después entro conmigo a la bañera donde pude enjabonarle yo...Y seguir abrazada a él durante mucho tiempo, sintiendo su cuerpo contra el mío y deseandole como nunca...
Pensé que era un buen colofón para la noche pero aún me aguardaban más sorpresas...
En la fiesta (I)
Franqueamos la puerta del viejo almacen tras comprobar aquel hombre que nuestros nombres figuraban en la lista.
En cuanto pasamos dentro una mujer sentada en una mesa se encargaba de cobrarnos el precio de las entradas y tras aquella cortina que impedía ver lo que había detrás,descubrimos un local ambientado Fetish con numerosos ornamentos BDSM, luz tenue y adecuada, muchas velas y una música que casí invitaba a la meditación.
Tuve que cambiarme en un camerino donde el resto de asistentes iba dejando sus pertenencias. Sentía un poco de vergüenza de medio desnudarme allí pero mi Amo me indico que debía de hacerlo en aquel lugar.
Cuando salimos fuera del camerino nos encaminamos hacía la zona donde se servían las bebidas.
Una vez allí mi Amo se sento en un taburete, enfrente de la barra, tomando una copa, mientras yo permanecía arrodillada a su lado.
Me mantenía sujeta por una fina cadenita que ataba al collar que lucía en mi cuello con sus iniciales.
De vez en cuando acariciaba mi cabello y deslizaba su mano por mi escote pellizcando mis pezones. Él sabía que me excita muchisimo que juegue con mis pechos y que me iba a resultar díficil contenerme en aquel espacio.
Sin embargo nada dije, ni me resisti. Podía ver como unos hombres nos estaban observando y murmuraban algo entre sí.
Mi AMO desabrocho la cremallera de mi escote y me dejo con los senos desnudos para poder jugar más a su antojo.
Los hombres que había murmurado se acercaron. Pude ver como también llevaban en sendas cadenas a sus esclavas.
Nos dejaron a las tres allí arrodilladas al lado de la barra y se apartaron un poco de nosotras para hablar sin que nada oyeramos.
Cuando volvió mi Amo cogió su copa en una mano y me ordeno que andara a gatas siguiendole,mientras él me sujetaba de la cadena.
Y asi como su perrita anduve tras él.
Me llevo a una sala contigüa donde había varios potros, y una enorme cruz en la pared.
Del techo pendían poleas donde era fácil suponer que se podía suspender a una mujer.
Me hizo permanecer a sus pies, mientras seguía terminando con su copa.
Yo me abrazaba a sus tobillos y permanecía inmóvil.
Llegaron los otros hombres con sus esclavas.
Fui atada en la cruz, mientras las otras esclavas permanecían cada una en uno de los potros, situados a ambos lados de la cruz.
Primero me ato mi Amo de espaldas.
Pronto pude sentir el primer latigazo y supe que los otros Amos también participaban en aquel castigo.
Fui azotada una y otra vez.
De vez en cuando sentía el chasquido en las nalgas de las otras esclavas pero parecía que había en mi Amo mayor ensañamiento hacía mi.
No me equivocaba.
Susurrándome al oído me recordo lo mala esclava que había sido y que había de compensarle ahora de mi mal comportamiento resistiendo aquel cástigo y haciendo todo cuanto se le antojara.
Me dolían mucho los latigazos,pero sabía que iba a aguantar todo cuanto él quisiera para demostrarle que mi voluntad estaba ya anulada y que estaba dispuesta a llegar hasta donde él deseara...
Mi AMO me murmuraba al oído palabras que me encendían de pura excitación.
Saberme su puta, su zorra...sentía como irremisiblemente al compás de los azotes mi sexo iba mojandose.
Los otros Amos murmuraban entre sí lo bien adiestrada que estaba y lo buena perra que era.
Sentía vergüenza pero al mismo tiempo satisfacción de pensar que mi Amo estaría contento con mi comportamiento.
Mi AMO me desato para darme la vuelta y me quito el vestido.
Me quede desnuda. No llevaba nada debajo de la ropa. Ni sujetador ni tanga.
Sólo las medias negras de red.
Su mano se empapo de la humedad de mi sexo y sonrió complacido viendo como su esclava disfrutaba de aquel castigo.
Se acercaron los otros Amos y pude sentir como recorrian con sus manos mi cuerpo sin ningún miramiento.
Palpaban mis pechos, retorcian mis pezones, pellizcaban los labios de mi sexo...Y yo permanecia allí,atada a su merced, sabiendo que era mi Amo quien consintia esa profanación de mi cuerpo.
Sabía que formaba parte de mi castigo por haber estado tonteando por internet con otras personas y era el modo de recordarme a quien pertenecía y a quien me debía..
No, no me gustaba que aquellos hombres me estuvieran manoseando,pero sabía que nada podía objetar.
Mi cuerpo pertenecia a mi Dueño y él disponia de todos mis actos en toda situación.
Asi lo había decidido, me había entregado a él y no queria ya medir mis palabras, ni mis actos, ni poner más limites a nuestra relación.
Podía abandonarme ciegamente en él.Quizás era un absurdo,un sin sentido.
Pero sólo me sentía asi feliz,en sus manos.
Quizás era en el fondo un modo de humillarme a mi misma prestarme a aquel trato por su parte, saber que se lo daba todo a cambio de nada, pero iba a aprender a obtener mi propio placer de saborear aquella situación humillante.
Mi AMO se alejo unos pasos y me recordo lo puta que era, mientras se disponía a azotar a una de las esclavas que permanecian en el potro.
Los otros Amos siguieron acariciándome hasta hacerme explotar de placer.
Cerré los ojos, no quise pensar en nada y me deje llevar por aquel fuerte orgasmo que evidenciaba mi condición. Era su puta, era su perra, y sólo él era capaz de darme aquel placer y propiciar situaciones que me excitaran...
Tras permitirme que casí me desplomara por la intensidad de mi sentir, mi Amo me desato...
- Bien eres una putita, todos lo han visto, ahora te mereces un castigo por haberte corrido sin mi permiso...con otros Amos...
Los otros Amos sonrieron, yo pensé que no era justo ¿Como iba a aguantar aquel ataque de caricias en mi sexo y pechos que arreciaba todos mis sentidos?
Ataron mientras a las otras esclavas en la cruz y a mi me suspendió mi Amo en una de las poleas del centro de la estancia.
Mis brazos entumecidos ya por tenerlos tendidos.
Y mi Amo azotandome, marcando todo mi cuerpo con su fusta, con la cane...
Iba alternando todos los objetos que queria y yo sentía como mi piel sufría con cada azote, cada vez más fuerte...
Lloraba sin poderlo evitar, no podía resistir más aquel dolor,pero queria demostrarle que si iba a aguantar...Todo...sin remisión...Queria que marcara mi piel, que demostrara con esos azotes a quien me debía, a quien pertenecía. Que no me permitiera nunca más alejarme de él, ni obrar a mi voluntad...Necesitaba ese cástigo porque era lo único que me permitia sentirme suya, tan suya como para marcarme con las rojeces de la cane, o para llenarme de morados mis nalgas...
Cuando mi Amo se canso de azotarme me desato y me hizo permanecer en el suelo arrodillada.
Me hizo chuparle su sexo, allí mismo,delante de todos.
No sabía si los otros Amos me veían, sólo sabía que tenia dentro de mi boca el placer de mi Amo y me esforzaba en lamerle, en recorrer mi lengua una y otra vez por su piel, en satisfacerle...Chupaba, lamía...Succionaba su miembro deseando saborearle, sentirle...
Él me apartaba a veces la cara y me abofeteaba con fuerza y yo tras cada bofetada seguía chupando, lamiendo...con mayor fervor, deseando que me perdonará y que sintiera todo lo que deseaba complacerle...Y seguía asi hasta que que exploto en mi cara y me baño con su placer...
Pero mi humillación aquella noche no había terminado...
- ¿Sabes que es la lluvía dorada? ¿Sabes que voy a marcar a mi perra? - me pregunto cuando aún tenía en mi cara los restos de aquel intenso momento...
En cuanto pasamos dentro una mujer sentada en una mesa se encargaba de cobrarnos el precio de las entradas y tras aquella cortina que impedía ver lo que había detrás,descubrimos un local ambientado Fetish con numerosos ornamentos BDSM, luz tenue y adecuada, muchas velas y una música que casí invitaba a la meditación.
Tuve que cambiarme en un camerino donde el resto de asistentes iba dejando sus pertenencias. Sentía un poco de vergüenza de medio desnudarme allí pero mi Amo me indico que debía de hacerlo en aquel lugar.
Cuando salimos fuera del camerino nos encaminamos hacía la zona donde se servían las bebidas.
Una vez allí mi Amo se sento en un taburete, enfrente de la barra, tomando una copa, mientras yo permanecía arrodillada a su lado.
Me mantenía sujeta por una fina cadenita que ataba al collar que lucía en mi cuello con sus iniciales.
De vez en cuando acariciaba mi cabello y deslizaba su mano por mi escote pellizcando mis pezones. Él sabía que me excita muchisimo que juegue con mis pechos y que me iba a resultar díficil contenerme en aquel espacio.
Sin embargo nada dije, ni me resisti. Podía ver como unos hombres nos estaban observando y murmuraban algo entre sí.
Mi AMO desabrocho la cremallera de mi escote y me dejo con los senos desnudos para poder jugar más a su antojo.
Los hombres que había murmurado se acercaron. Pude ver como también llevaban en sendas cadenas a sus esclavas.
Nos dejaron a las tres allí arrodilladas al lado de la barra y se apartaron un poco de nosotras para hablar sin que nada oyeramos.
Cuando volvió mi Amo cogió su copa en una mano y me ordeno que andara a gatas siguiendole,mientras él me sujetaba de la cadena.
Y asi como su perrita anduve tras él.
Me llevo a una sala contigüa donde había varios potros, y una enorme cruz en la pared.
Del techo pendían poleas donde era fácil suponer que se podía suspender a una mujer.
Me hizo permanecer a sus pies, mientras seguía terminando con su copa.
Yo me abrazaba a sus tobillos y permanecía inmóvil.
Llegaron los otros hombres con sus esclavas.
Fui atada en la cruz, mientras las otras esclavas permanecían cada una en uno de los potros, situados a ambos lados de la cruz.
Primero me ato mi Amo de espaldas.
Pronto pude sentir el primer latigazo y supe que los otros Amos también participaban en aquel castigo.
Fui azotada una y otra vez.
De vez en cuando sentía el chasquido en las nalgas de las otras esclavas pero parecía que había en mi Amo mayor ensañamiento hacía mi.
No me equivocaba.
Susurrándome al oído me recordo lo mala esclava que había sido y que había de compensarle ahora de mi mal comportamiento resistiendo aquel cástigo y haciendo todo cuanto se le antojara.
Me dolían mucho los latigazos,pero sabía que iba a aguantar todo cuanto él quisiera para demostrarle que mi voluntad estaba ya anulada y que estaba dispuesta a llegar hasta donde él deseara...
Mi AMO me murmuraba al oído palabras que me encendían de pura excitación.
Saberme su puta, su zorra...sentía como irremisiblemente al compás de los azotes mi sexo iba mojandose.
Los otros Amos murmuraban entre sí lo bien adiestrada que estaba y lo buena perra que era.
Sentía vergüenza pero al mismo tiempo satisfacción de pensar que mi Amo estaría contento con mi comportamiento.
Mi AMO me desato para darme la vuelta y me quito el vestido.
Me quede desnuda. No llevaba nada debajo de la ropa. Ni sujetador ni tanga.
Sólo las medias negras de red.
Su mano se empapo de la humedad de mi sexo y sonrió complacido viendo como su esclava disfrutaba de aquel castigo.
Se acercaron los otros Amos y pude sentir como recorrian con sus manos mi cuerpo sin ningún miramiento.
Palpaban mis pechos, retorcian mis pezones, pellizcaban los labios de mi sexo...Y yo permanecia allí,atada a su merced, sabiendo que era mi Amo quien consintia esa profanación de mi cuerpo.
Sabía que formaba parte de mi castigo por haber estado tonteando por internet con otras personas y era el modo de recordarme a quien pertenecía y a quien me debía..
No, no me gustaba que aquellos hombres me estuvieran manoseando,pero sabía que nada podía objetar.
Mi cuerpo pertenecia a mi Dueño y él disponia de todos mis actos en toda situación.
Asi lo había decidido, me había entregado a él y no queria ya medir mis palabras, ni mis actos, ni poner más limites a nuestra relación.
Podía abandonarme ciegamente en él.Quizás era un absurdo,un sin sentido.
Pero sólo me sentía asi feliz,en sus manos.
Quizás era en el fondo un modo de humillarme a mi misma prestarme a aquel trato por su parte, saber que se lo daba todo a cambio de nada, pero iba a aprender a obtener mi propio placer de saborear aquella situación humillante.
Mi AMO se alejo unos pasos y me recordo lo puta que era, mientras se disponía a azotar a una de las esclavas que permanecian en el potro.
Los otros Amos siguieron acariciándome hasta hacerme explotar de placer.
Cerré los ojos, no quise pensar en nada y me deje llevar por aquel fuerte orgasmo que evidenciaba mi condición. Era su puta, era su perra, y sólo él era capaz de darme aquel placer y propiciar situaciones que me excitaran...
Tras permitirme que casí me desplomara por la intensidad de mi sentir, mi Amo me desato...
- Bien eres una putita, todos lo han visto, ahora te mereces un castigo por haberte corrido sin mi permiso...con otros Amos...
Los otros Amos sonrieron, yo pensé que no era justo ¿Como iba a aguantar aquel ataque de caricias en mi sexo y pechos que arreciaba todos mis sentidos?
Ataron mientras a las otras esclavas en la cruz y a mi me suspendió mi Amo en una de las poleas del centro de la estancia.
Mis brazos entumecidos ya por tenerlos tendidos.
Y mi Amo azotandome, marcando todo mi cuerpo con su fusta, con la cane...
Iba alternando todos los objetos que queria y yo sentía como mi piel sufría con cada azote, cada vez más fuerte...
Lloraba sin poderlo evitar, no podía resistir más aquel dolor,pero queria demostrarle que si iba a aguantar...Todo...sin remisión...Queria que marcara mi piel, que demostrara con esos azotes a quien me debía, a quien pertenecía. Que no me permitiera nunca más alejarme de él, ni obrar a mi voluntad...Necesitaba ese cástigo porque era lo único que me permitia sentirme suya, tan suya como para marcarme con las rojeces de la cane, o para llenarme de morados mis nalgas...
Cuando mi Amo se canso de azotarme me desato y me hizo permanecer en el suelo arrodillada.
Me hizo chuparle su sexo, allí mismo,delante de todos.
No sabía si los otros Amos me veían, sólo sabía que tenia dentro de mi boca el placer de mi Amo y me esforzaba en lamerle, en recorrer mi lengua una y otra vez por su piel, en satisfacerle...Chupaba, lamía...Succionaba su miembro deseando saborearle, sentirle...
Él me apartaba a veces la cara y me abofeteaba con fuerza y yo tras cada bofetada seguía chupando, lamiendo...con mayor fervor, deseando que me perdonará y que sintiera todo lo que deseaba complacerle...Y seguía asi hasta que que exploto en mi cara y me baño con su placer...
Pero mi humillación aquella noche no había terminado...
- ¿Sabes que es la lluvía dorada? ¿Sabes que voy a marcar a mi perra? - me pregunto cuando aún tenía en mi cara los restos de aquel intenso momento...
Besos de hielo
He venido todo el trayecto pensando en ti mientras conducía, deseando sentir de nuevo
tus besos y el calor de tus brazos envolviéndome y aunque a veces casi tengo miedo de
desearte tanto y me freno, me sereno... Ahora sé que dentro de unos momentos voy
a estar de nuevo ante ti, y pensar en ello me inunda de alegría.
Respiro hondo, estoy nerviosa, pero deseo tanto volverte a ver y jugar otra vez... Sentirme perdida ante ti,dejar a un lado mi vergüenza,mis reparos y dejarme llevar por tu deseo, mi deseo...
No quise pensar en nada, aquella tarde, cuando me propusiste, casi retándome, que
subiera a tu habitación del hotel...
Y recuerdo como me acercaste a ti, casi sin saber, mirándote, notando tus manos
recorrer mi cuerpo, abrazándome a ti,deseando ese roce en mi piel...
Creo que deseaba que llegará ese momento desde que, en el coche, una semana antes,
tras intentar hacerte cosquillas, agarraste mi muñeca para que no me bajara y me
diste aquel beso...
Aquella tarde hubiese deseado que no pararas de besarme,sentir tu lengua
deslizarse en mi boca, seguir allí, escuchando "Lagrimas negras" mientras me
abrazabas...Pero me escabulli, quizás fue entonces cuando pense que porque no tener
esa aventura, porque no abrir esa puerta y ver que había al otro lado...
Y allí estaba,una semana después, tumbada a tu lado en la cama.No quise pensar en
nada que no fuera sentirte y que me desearas y quizás lo que más me agrado fue
pensar en complacerte y saber que te hacía sentir bien...
Mi lengua se deslizaba por tu cuerpo para tu placer, me sentía atrevida, lujuriosa,
ávida de ti, mientras jugábamos...
Tu paseaste tus caricias y tus besos por mi cuerpo despertando todos mis
sentidos, inundándome de placer y haciéndome desearte cada vez más. Me notaba
cada vez más húmeda y más deseosa, mientras tropezaba con tu cinturón deseando
sentir tu sexo en mis manos... Acariciarte... Llenarme de ti... Sentirte disfrutar...
complacerte... Me sentía a tu disposición y sentía como tu deseabas colmarme a mí...
Mirarte mientras me follabas me hacía sentir muy bien, sentía tanta hambre de ti que
sólo deseaba seguir allí abrazándote,colmándote, sintiéndote tan dentro...
Y ahora mientras conduzco, he recordado esa tarde :No había querido pensar en ello
estos días, pero de nuevo el deseo por estar a tu lado invade mi cuerpo.Hoy voy a
verte, voy a abandonarme de nuevo a ti,a sentir, a hacerte sentir...
Dijiste que no todas las veces serán iguales, pero sé que cada beso, cada sensación serán tan iguales y tan diferentes a la vez. Iguales por añoradas, por deseadas y diferentes por
vividas, por sentidas...
Me imagino esta vez quizás bañándome a tu lado o jugando contigo mientras paseo
una esponja por tu cuerpo acariciandote traviesamente con mucha ternura, me imagino
provocándote, excitándote, desnudándote muy lentamente mientras te voy besando muy
despacito y voy notando como el deseo va creciendo en ti...
Tu voz susurrandome al oido cuanto me deseas...
He leído en tus ojos el deseo al verte y con un beso te he contado cuanto te he
añorado. Hemos paseado un rato tonteando, por el puerto y hablando del mar, hasta que casi sin darnos cuenta nos hemos encaminado al hotel.
En el ascensor me has abrazado de nuevo con fuerza, con pasión , tu mano se ha deslizado peligrosamente por el escote de mi camiseta y atrevida ha llegado a mi pecho. Pícaramente me has pellizcado un pezón, no hemos parado de besarnos mientras íbamos a la habitación.
Noto tu aliento en mi cuello, mi lengua se desliza juguetona por el lóbulo de tu oreja, deseo fundir mi piel en tu piel, me acurruco en tí, apoyo mi cabeza en tu hombro.
De nuevo siento tu aroma impregnando cada poro de mi piel, te añoraba, no sabía cuanto
te añoraba hasta este momento...
Me separo de ti y muy despacio voy desnudándome mientras noto tu mirada siguiendo
cada movimiento. Cada prenda que voy quitando te va mostrando un trocito más de
mí... De nuevo me acerco a ti, ofrecida, deseando darte todo mi ser, voy
desabrochando lentamente tu camisa mientras mis manos deambulan por tu pecho, entreteniéndose jugando con tus pezones... Te voy dando besos, y sigo desnudándote...
Muy lentamente, hasta que me abrazas y me conduces a la cama...
Deseo fundir mi piel en tu piel, cobijarme bajo las sabanas como la otra vez, en ese
mundo en el que sólo cabemos Tú y yo... Besarte... Beber tus besos... Acariciarte... Sentir
tus caricias, notar como te hundes dentro de mi mientras el placer nos va inundando a
los dos...
Déjame envolverte de deseo, déjame hacerte sentir, quiero saborear cada momento...Llenarme de Ti...
Quiero volver a esperar ese beso de hielo que me hizo estremecer mientras con un
cubito, tu lengua, tan fría recorria cada recodo de mi cuerpo haciéndome vibrar y
despertando tantas fantasias dormidas...
Quiero volver a beber de Ti, mientras los sueños y fantasias nos salpican de risas...
Quiero saciarme de Tí, darte todo lo que no te dí. Sentir de nuevo como te estremeces de
placer, abrazados, en ese momento en que todo deja de existir,en que me pides y te
doy mi orgasmo, en que mi ser se funde en tu ser y sólo estamos Tú y yo...
tus besos y el calor de tus brazos envolviéndome y aunque a veces casi tengo miedo de
desearte tanto y me freno, me sereno... Ahora sé que dentro de unos momentos voy
a estar de nuevo ante ti, y pensar en ello me inunda de alegría.
Respiro hondo, estoy nerviosa, pero deseo tanto volverte a ver y jugar otra vez... Sentirme perdida ante ti,dejar a un lado mi vergüenza,mis reparos y dejarme llevar por tu deseo, mi deseo...
No quise pensar en nada, aquella tarde, cuando me propusiste, casi retándome, que
subiera a tu habitación del hotel...
Y recuerdo como me acercaste a ti, casi sin saber, mirándote, notando tus manos
recorrer mi cuerpo, abrazándome a ti,deseando ese roce en mi piel...
Creo que deseaba que llegará ese momento desde que, en el coche, una semana antes,
tras intentar hacerte cosquillas, agarraste mi muñeca para que no me bajara y me
diste aquel beso...
Aquella tarde hubiese deseado que no pararas de besarme,sentir tu lengua
deslizarse en mi boca, seguir allí, escuchando "Lagrimas negras" mientras me
abrazabas...Pero me escabulli, quizás fue entonces cuando pense que porque no tener
esa aventura, porque no abrir esa puerta y ver que había al otro lado...
Y allí estaba,una semana después, tumbada a tu lado en la cama.No quise pensar en
nada que no fuera sentirte y que me desearas y quizás lo que más me agrado fue
pensar en complacerte y saber que te hacía sentir bien...
Mi lengua se deslizaba por tu cuerpo para tu placer, me sentía atrevida, lujuriosa,
ávida de ti, mientras jugábamos...
Tu paseaste tus caricias y tus besos por mi cuerpo despertando todos mis
sentidos, inundándome de placer y haciéndome desearte cada vez más. Me notaba
cada vez más húmeda y más deseosa, mientras tropezaba con tu cinturón deseando
sentir tu sexo en mis manos... Acariciarte... Llenarme de ti... Sentirte disfrutar...
complacerte... Me sentía a tu disposición y sentía como tu deseabas colmarme a mí...
Mirarte mientras me follabas me hacía sentir muy bien, sentía tanta hambre de ti que
sólo deseaba seguir allí abrazándote,colmándote, sintiéndote tan dentro...
Y ahora mientras conduzco, he recordado esa tarde :No había querido pensar en ello
estos días, pero de nuevo el deseo por estar a tu lado invade mi cuerpo.Hoy voy a
verte, voy a abandonarme de nuevo a ti,a sentir, a hacerte sentir...
Dijiste que no todas las veces serán iguales, pero sé que cada beso, cada sensación serán tan iguales y tan diferentes a la vez. Iguales por añoradas, por deseadas y diferentes por
vividas, por sentidas...
Me imagino esta vez quizás bañándome a tu lado o jugando contigo mientras paseo
una esponja por tu cuerpo acariciandote traviesamente con mucha ternura, me imagino
provocándote, excitándote, desnudándote muy lentamente mientras te voy besando muy
despacito y voy notando como el deseo va creciendo en ti...
Tu voz susurrandome al oido cuanto me deseas...
He leído en tus ojos el deseo al verte y con un beso te he contado cuanto te he
añorado. Hemos paseado un rato tonteando, por el puerto y hablando del mar, hasta que casi sin darnos cuenta nos hemos encaminado al hotel.
En el ascensor me has abrazado de nuevo con fuerza, con pasión , tu mano se ha deslizado peligrosamente por el escote de mi camiseta y atrevida ha llegado a mi pecho. Pícaramente me has pellizcado un pezón, no hemos parado de besarnos mientras íbamos a la habitación.
Noto tu aliento en mi cuello, mi lengua se desliza juguetona por el lóbulo de tu oreja, deseo fundir mi piel en tu piel, me acurruco en tí, apoyo mi cabeza en tu hombro.
De nuevo siento tu aroma impregnando cada poro de mi piel, te añoraba, no sabía cuanto
te añoraba hasta este momento...
Me separo de ti y muy despacio voy desnudándome mientras noto tu mirada siguiendo
cada movimiento. Cada prenda que voy quitando te va mostrando un trocito más de
mí... De nuevo me acerco a ti, ofrecida, deseando darte todo mi ser, voy
desabrochando lentamente tu camisa mientras mis manos deambulan por tu pecho, entreteniéndose jugando con tus pezones... Te voy dando besos, y sigo desnudándote...
Muy lentamente, hasta que me abrazas y me conduces a la cama...
Deseo fundir mi piel en tu piel, cobijarme bajo las sabanas como la otra vez, en ese
mundo en el que sólo cabemos Tú y yo... Besarte... Beber tus besos... Acariciarte... Sentir
tus caricias, notar como te hundes dentro de mi mientras el placer nos va inundando a
los dos...
Déjame envolverte de deseo, déjame hacerte sentir, quiero saborear cada momento...Llenarme de Ti...
Quiero volver a esperar ese beso de hielo que me hizo estremecer mientras con un
cubito, tu lengua, tan fría recorria cada recodo de mi cuerpo haciéndome vibrar y
despertando tantas fantasias dormidas...
Quiero volver a beber de Ti, mientras los sueños y fantasias nos salpican de risas...
Quiero saciarme de Tí, darte todo lo que no te dí. Sentir de nuevo como te estremeces de
placer, abrazados, en ese momento en que todo deja de existir,en que me pides y te
doy mi orgasmo, en que mi ser se funde en tu ser y sólo estamos Tú y yo...
- ¿Quieres otro cubito cariño?
Un contrato de esclavitud
Contrato de esclavitud
Sorpresas que me hicieron llorar de emoción. Momentos grabados a fuego, para siempre ya, en mi corazón.Sucedió tras la cena. Me acompañaron hasta la habitación. Y me conminaron a dejarme vendar los ojos,así lo habías mandado.Recuerdo el camino a oscuras por los pasillos, volviendo al salón, guiada por ellas que me habían vestido como tú habías indicado: Tan sólo las tobilleras y muñequeras ceñían mi cuerpo.Recuerdo tus ojos humedecidos mirándome en silencio justo en aquel instante en que me quitaron el pañuelo que me permitió verte, tras arrodillarme desnuda ante tí…Estabas sentado en un sillón, en el centro del salón. El fuego de la chimenea crepitaba a tu espalda.Velas por el suelo a nuestro alrededor.Tu voz leyendo…El silencio de todos, rodeándonos en un círculo de complicidad.Mi voz trémula pugnando contra las lágrimas que quebraban de felicidad mi alma, casi incapaz de seguir leyendo las frases de aquel pergamino que me tendiste, inundado de deseos e intenciones para los dos.Pensar que había merecido la pena luchar para llegar hasta ese momento y poder escuchar lo que me ofrecías y lo que deseabas de mi.Apenas podía creer que estuviese sucediendo en realidad…Oír las palabras que soñé alguna vez de tus labios musitar. Pensamientos que no me atrevía a imaginar.Me tomabas como tuya en cada frase, en cada palabra, en cada letra... Era real.Y ahí estabas tú mirándome en silencio…Y el final era ahora inicio. Convenio solemne de amor.Mi cuerpo y mi mente pasaban a pertenecerte y del mismo modo tu te entregabas a mí sellando con nuestras firmas aquel pacto de almas.Ahora quiero permitirme ser feliz con esos dulces recuerdos.No quiero pensar. Quiero creer que todo fue y es real.
15/10/05
Sorpresas que me hicieron llorar de emoción. Momentos grabados a fuego, para siempre ya, en mi corazón.Sucedió tras la cena. Me acompañaron hasta la habitación. Y me conminaron a dejarme vendar los ojos,así lo habías mandado.Recuerdo el camino a oscuras por los pasillos, volviendo al salón, guiada por ellas que me habían vestido como tú habías indicado: Tan sólo las tobilleras y muñequeras ceñían mi cuerpo.Recuerdo tus ojos humedecidos mirándome en silencio justo en aquel instante en que me quitaron el pañuelo que me permitió verte, tras arrodillarme desnuda ante tí…Estabas sentado en un sillón, en el centro del salón. El fuego de la chimenea crepitaba a tu espalda.Velas por el suelo a nuestro alrededor.Tu voz leyendo…El silencio de todos, rodeándonos en un círculo de complicidad.Mi voz trémula pugnando contra las lágrimas que quebraban de felicidad mi alma, casi incapaz de seguir leyendo las frases de aquel pergamino que me tendiste, inundado de deseos e intenciones para los dos.Pensar que había merecido la pena luchar para llegar hasta ese momento y poder escuchar lo que me ofrecías y lo que deseabas de mi.Apenas podía creer que estuviese sucediendo en realidad…Oír las palabras que soñé alguna vez de tus labios musitar. Pensamientos que no me atrevía a imaginar.Me tomabas como tuya en cada frase, en cada palabra, en cada letra... Era real.Y ahí estabas tú mirándome en silencio…Y el final era ahora inicio. Convenio solemne de amor.Mi cuerpo y mi mente pasaban a pertenecerte y del mismo modo tu te entregabas a mí sellando con nuestras firmas aquel pacto de almas.Ahora quiero permitirme ser feliz con esos dulces recuerdos.No quiero pensar. Quiero creer que todo fue y es real.
15/10/05
Le petit mort
Escondidos dentro de tu coche jugando, sin saberlo nadie, a ser descubiertos.Tu mano recorriendo mis muslos, jugando con el liguero de las negras medias que hoy me ordenaste llevar.Querías como siempre que nos encontramos, que llevara falda y elegí esta, cuadros negros y rosa, con tablas de colegiala. Sabía que te sorprendería con mi atuendo cuando me acercaba a ti, con el abrigo desabrochado lo justo para que te percataras de mi escasa indumentaria.Subí al coche y diste un par de vueltas pensando donde llevarme.Hablamos mientras la luna bañaba débilmente nuestros rostros. Nos besamos.Me agrado que atraparas mis brazos con tus fuertes manos y me hicieras tenderlos hacía atrás.Tu boca despojándome del jersey a besos, subiendo tu lengua lentamente hasta llegar a mis pechos.Y ya no recuerdo el ritmo con el que intercalabas besos con azotes.Arrodillada, tumbada sobre ti, angostamente sobre los asientos, me azotaste.Tuve que ir contando los azotes que laceraban la piel de mis nalgas.No podía pedirte que pararas. A veces me tomaba unos segundos para seguir contando porque el dolor inundaba mi mente hasta hacerme dejar de pensar.Si me detenía tu dabas por finalizado aquel castigo. Pero yo seguía la cuenta hasta el número en que tu quisieras detenerte, mientras mi voz se quebraba en cada número que pronunciaba, cada vez más quedamente...De vez en cuando te parabas para comprobar como mi sexo humedecía por ti, esperando más…Yo iba perdiendo la noción de tiempo y lugar con cada azote.Me recompensaste al final de aquel agridulce suplicio.Tus manos acariciaban mi sexo hasta hacerme arrancar gemidos de placer que interrumpías con palmadas que apenas lograban frenar mi delirio.Mis manos entrelazadas en mi espalda. Mis piernas abiertas, no me permitías cerrarlas…Estallé de placer una y otra vez sobre tu mano sintiéndome desaparecer en aquel espacio infinito de pasión que creabas a mi alrededor, arrastrándome a tu universo de punzantes estrellas.Creí despertar de un lejano sueño cuando sonriendo te tuve que pedir que detuvieras aquella sucesión interminable de deseo que galopaba sobre mi cuerpo, porque la locura rozaba ya mi mente, incapaz de sentir más…
Noche de Entrega (I)
Enfundada en un ajustado y escotado traje negro que permite mostrar más que sugerir la turgencia de mis pechos donde la cremallera termina, sólo unas sandalias negras de tacón como complemento.No llevo tanga ni medias.Me miro en el espejo por última vez antes de ir en busca de mi AMO y postrarme a sus pies con mis brazos extendidos hacía adelante y mi cabeza totalmente inclinada mostrándole mi sumo respeto.- Tu esclava esta preparada mi SEÑORMe ordena incorporarme y desfilar ante Él y darme una insinuante vuelta por el salón.Su mirada es de aprobación.No sé donde quiere llevarme aquella noche. Tan sólo sé que me ha prometido que será una noche especial.El trayecto en coche es corto, llegamos a una casa en las afueras de la ciudad.Observo que hay un par de coches más aparcados en la entrada al jardín.Al detenernos en el umbral para llamar mi DUEÑO me venda los ojos. De nuevo la seda de su pañuelo negro, con sus iniciales en blanco besa mis ojos y me sume en la oscuridad de mi ciego abandono a los deseos de El.Confió en El pero un cierto nerviosismo ante lo inesperado se apodera de mí.Pero un solo gesto: la tibieza de su mano aferrándo mi mano me devuelve el sosiego.Oigo como pulsa el timbre, unos pasos que se acercan, la puerta que se abre.Ninguna voz. Ningún sonido familiar. Ya hemos entrado a la casa.Puedo caminar así, a ciegas si El me acompaña. Me tranquilizó.Mi AMO me conduce por un largo pasillo hasta una habitación, oigo como da la luz de la misma y me imagino que pronto podré ver donde me encuentro. Pero al parecer esos no son los planes de mi DUEÑO y sigo con el pañuelo en mis ojos.Me ayuda a tenderme en una cama y ata mis manos al cabecero de la misma. He de guiarme por los sonidos del metal para adivinar qué esta sucediendo.Con una cadena ceñida por mi cintura abraza mi cuerpo a la cama. Mis piernas ceden ante su presión y he de adoptar una posición muy abierta, noto como abrocha las tobilleras y como ata las mismas a los pies del lecho.Inmóvil, encadenada, con los ojos vendados…sin saber donde estoy oigo la puerta y como ha entrado alguien más a la estancia, oigo pasos…no sé si es una persona o son varias…Siento sus labios levemente depositar un beso en mis labios, su mano que acaricia con suavidad mi rostro mientras me pregunta si estoy bien y ante mi respuesta afirmativa noto como se incorpora de mi lado.Se mueve por la habitación, apenas se aleja y vuelve…para ponerme una mordaza en la boca. Y oír como a continuación se cierra la puerta y pasos que se alejan.Me pregunto si estaré sola o si habrá alguien más allí. Había oído pasos entrar pero no puedo saber que ha sucedido.No sé si estoy sola. Privada de todos mis sentidos mi respiración se acelera.Soy una prisionera en aquella habitación. Pero estoy tranquila, mi AMO me ha conducido allí, sé que velará por mí.Mis pensamientos vuelan…la impaciencia por saber que planes tiene El aquella noche me devora.Deseo complacerle, ser capaz de asumir con obediencia y sumisión todo lo que mi DUEÑO haya dispuesto hacer...No hay límites, no hay reservas en mí. Confió en El y sé que no le defraudaré, que cumpliré todas sus órdenes. Deseo demostrarle mi entrega…Permanezco en la habitación sola durante bastante rato. Pierdo la noción del tiempo.Y me voy adormeciendo pensando en mi DUEÑO, en momentos vividos, en sensaciones disfrutadas…voy recreando en mi mente mis avances como sumisa, mi deseo acrecentado cada día por ser su esclava…Y entonces el sonido de la puerta me despierta de aquel sopor, oigo pasos que se acercan a la cama pero no distingo ninguna voz conocida.Ignoro si esta mi DUEÑO entre aquellos sigilosos visitantes pero sigo permaneciendo tranquila.Noto como una mano se aproxima a mí y entonces una mano empieza a deslizar la cremallera de mi vestido, justo hasta la cintura, donde topa con la cadena q envuelve mi cintura. Quedan mis pechos al descubierto y siento como son mis pezones acariciados y pellizcados por unas manos extrañas.Me siento expuesta en aquella cama e intento relajarme. Es mi AMO quien me ha conducido hasta aquella habitación y todo cuanto sucede sé que él esta controlándolo, que esta cuidándome. Tan sólo estoy cumpliendo sus deseos.Y entonces me sorprende una mano que sin mayores preámbulos se introduce en mi sexo. Esta húmedo. El deseo me invade ante aquella insólita situación.Me siento allí en aquella cama propiedad de mi DUEÑO. Soy suya. Le pertenezco.Mi voluntad es suya.A nada que El desee voy a resistirme porque su placer es mi mayor deseo(…..)Tras alejarse aquellos pasos de la habitación vuelvo a oir abrirse la puerta, ante mi sorpresa son unos tacones de mujer los que resuenan en la estancia.Siento su perfume cerca de mi.Me despoja de la mordaza y Ella me da un beso en los labios.Luego me desencadena de la cintura. En silencio me dedico a sentir el roce de aquella mano que va recorriendo mi cuerpo en una caricia y liberandome de mis ataduras a la cama.Me ayuda a incorporarme. Sigo con los ojos vendados.Y una vez estoy de nuevo en pie, sintiendo el entumecimiento de mis piernas y brazos que poco a poco recobran la sensibilidad , Ella vuelve a ponerme la mordaza. Mi vestido sigue con la cremallera bajada hasta la cintura y Ella deja que la desnudez de mis pechos asome libremente.Salimos de la habitación y me conduce a una nueva sala. Oigo el murmullo de voces. Sé que hay un número indeterminado de personas.Pasos que se aproximan .De nuevo soy acariciada, tanteada…y atada.Imagino que a una cruz por la postura que me hacen adoptar.Suena el primer chasquido y casí sin percibir aquellos pasos que se han aproximado mi pecho recibe el primer golpe, seco, contundente. Inevitablemente mis ojos se anegan de lagrimas ante aquella embestida de latigazos que mi cuerpo recibe sin cesar.No puedo emitir ningún grito, la mordaza sigue sellando mi boca.Deseo saber que mi AMO esta allí, necesito sentirle, no sé si es El quien me esta castigando…
Marca de Propiedad
Siempre recordaré aquella noche.Durante meses nuestra relación se había afianzado basándose en la sinceridad, respeto, entrega.Un mundo de fantasías, deseos y placeres convertido en nuestra realidad.Ya no me bastaba llevar tu collar de perra, ya no te bastaba saberme tuya.Deseabas que llevará en mi cuerpo la marca de mi sometimiento a ti.Tu marca de pertenencia siempre grabada en mi piel.Me sentí feliz y orgullosa cuando me propusiste marcarme.Te pertenecía, siempre había sido asi. Incluso antes de conocerte.Cada experiencia vivida no era sino un modo de ir acercándome y preparándome para ser tuya.Supe que eras mi DUEÑO desde el primer momento y tu supiste que yo era tuya.Jamás había deseado tanto sentir el dolor de unos azotes en mi cuerpo como cuando tu me los inflingias.Y me agradaba contemplar en silencio cuando estaba a solas aquellas marcas que dejabas sin piedad en mis nalgas.Cada vez deseaba darte más. Adorarte. Hacerte feliz. Dedicarme a Ti, mi SEÑOR, era lo único que deseaba y me hacía feliz.Y Tú sabías hacerme sentir querida, mimada, cuidada, respetada. Con tu dedicación y atenciones ibas educándome como tu esclava.Eras un hombre libre para mí, seguro de ti mismo y de lo que querías conseguir de mi. Aquella noche habías dispuesto que me marcaran con tus iniciales.Una lágrima de felicidad recorrió mi cuerpo a pesar del dolor, cuando supe que ya por siempre era marcada de tu propiedad.
Subastada
Mi Amo me había mandado en un mensaje la dirección de la cafeteria donde me esperaba. Iba ataviada como él me habia ordenado.Una minifalda beige, sin tanga, medias de liguero que casí se mostraban dado lo escueto de la falda.Una camiseta también beige y una cazadora blanca.Botas de color beige y un sujetador blanco.Llegue a la cafeteria y me sente en una de las últimas mesas. No había mucha gente en el local pero no pude distinguir si él ya había llegado o no.Espere sentada. Llego la camarera y le pedí una coca-cola.Entonces le vi entrar al local.Me vio sentada y se quedo en la barra, semi girado hacía donde yo estaba,pendiente de que le atendiera el camarero.Le miraba y esperaba cualquier orden o gesto para acudir a su encuentro.Hizo un gesto con los dedos de su mano que yo entendi a la percepción. Quería que abriera mis piernas, y percatarse de la desnudez de mi sexo.Sentía vergüenza por si alguien de los alli presentes podia darse cuenta de mi provocativa postura pero segui la orden de mi Amo.Sentada en aquel sillón frente a él que me miraba desde la barra,abri mis piernas y le mostre que había cumplido sus ordenes y no llevaba nada debajo de mi falda.Permaneci asi con las piernas ligeramente abiertas hasta que él hizo el gesto de que podía cerrarlas.Deseaba estar a su lado,pero tuve que esperar pacientemente a que él terminara su cerveza.Mi Amo se habia enojado unos días atrás conmigo y esa tarde iba a ejecutar su castigo.Y lo cierto es que necesitaba que me perdonara de una vez y olvidar aquellos últimos días en el que mi comportamiento había distado tanto del de una buena esclava,pendiente y solicita con su Amo.Sin embargo había comprendido que ya le pertenecía y era suya, más que nunca.Y que precisaba pertenecerle por encima de cualquier situación. Sólo asi me sentía completa y feliz, siendo suya y permaneciendo a su lado.Era tan dependiente de él que sabía que no podría explicar a nadie el porque de mi actuación ni mi sentir. Me había entregado a mi Dueño y le pertenecía. Era mi Amo. Y tan sólo eso explicaba cualquier situación venidera.Me debía a él.Eso era todo.Mientras me ensimismaba en mis pensamientos mi Amo me hizo un gesto para que me levantara.Camine detrás de él al salir de aquella cafeteria y durante todo el trayecto no me dirigió la palabra.Si,parecía seguir muy enfadado.Llegamos a un local donde alquilaban una mazmorra. Había oído hablar de él.Llamo a la puerta, pensé que no nos dejarian pasar vestidos sin código,pero no fue asi.Parecia que le estaban esperando.En la parte de fuera había algunos hombres tomando una copa,nosotros nos dirigimos hasta el fondo.Entramos a la mazmorra y había velas en el suelo,a ambos lados.- Desnudate perra- fueron las primeras palabras que me dirigió en toda la tarde.Me apresuré en desnudarme.Una mujer apareció dentro de la mazmorra, iba ataviada con un mono negro de latex y llegaba su cara cubierta con un antifaz que impedia conocer sus rasgos. Llevaba un látigo en una mano.Ella llevaba de una cadena a un esclavo que andaba a gatas tras ella.El esclavo siguiendo sus instrucciones me puso unas tobilleras y muñequeras.Entonces mi Amo me ordeno entrar a una minuscula jaula que había allí.Desnuda entre en la jaula, sin saber que podía suceder después...Ordeno el Ama que entrara el esclavo conmigo y una vez dentro le ordeno que se arrodillara y lamiera mi sexo.Cogida de los barrotes de la jaula cerré los ojos sintiendo aquella extraña lengua que recorría mi sexo haciendome brotar agua de deseo...Mi Amo me hizo aproximarme más a los barrotes y saco mis pezones que iba pellizcando y retorciendo mientras yo seguía sintiendo como aquel sumiso me daba aquel placer.- Recuerda que no tienes permiso para correrte hasta que yo lo diga.- Si mi Señor, respondí mientras mi boca se desencajaba del placer que no podía evitar sentir.El Ama ordeno a su esclavo que arreciara en sus lamidos, que parecía no saber proporcionar placer...Y entonces él intensifico aquel salvaje ataque a mi sexo, hasta que perdiendo toda vergüenza por la situación tuve un orgasmo.Acto seguido abrieron la puerta de la jaula y mi Amo me dio una bofetada.-Eres una puta, no tenías permiso y lo sabes.Me cogio del pelo y me hizo arrodillar. Y asi me hizo llegar hasta un potro que había en un extremo de la mazmorra.Me tuve que acostar encima,con su ayuda,estaba bastante alto y mis piernas quedaban colgando, mi trasero totalmente ofrecido. Me ataron las manos por debajo del potro, uniendo las dos muñequeras y quede así inmóvil.Inició su castigo azotandome.Probo en mi la fusta, el látigo y una cane.El Ama también me azoto con su látigo cuando mi Amo la invito a castigarme.Notaba como las lágrimas acudian en borbotones a mis ojos pero al mismo tiempo sabía que me liberaba de la pena de aquellos días y de mis remordimientos por mi mal proceder.Y con aquel cástigo mi Amo me marcaba una vez más como suya.No necesitaba nada más, aguanté aquel cástigo sin pedir misericordia ni que se detuvieran hasta que mi Amo juzgo que ya había recibido suficiente.Espere arrodillada tras bajar del potro a recibir nuevas instrucciones.Mi Amo y la Ama saboreaban una bebida sentados en unos sillones que había en la entrada de la mazmorra y el esclavo y yo permaneciamos a sus pies. Me encantaba recibir de vez en cuando un pellizco o una caricia de mi Dueño.A veces requeria que le presentara mis pezones, los retorcia mirandome hasta que mi expresión le revelaba lo excitada que estaba.Otras acariciaba mi sexo, tanteando mi creciente humedad.El Ama envio a su esclavo a buscar unas velas.Me hicieron tender en una camilla y atada allí recibi en mi cuerpo aquellas gotas punzantes de cera que me quemaban sin piedad...Después me permitieron descansar unos breves minutos, sentada en el suelo hasta que me ordenaron dirigirme a una cruz donde de nuevo fui atada.Me azotaron por la espalda primero y luego tras darme la vuelta me azotaron en mis pechos, mis muslos...Sentía una excitación en aumento y aquel dolor me llenaba de deseo por seguir sirviendo y entregandome a mi Amo.-Soy tuya mi Señor, gracias,gracias...musité al final de aquella tanda de azotes.En la parte de atrás de la mazmorra había una pequeña habitación a modo de celda y mi Amo cogiendome de la cadena que pendia de mi collar me condujo hasta allí.Debía de caminar a cuatro patas. Alce mi vista unos segundos y pude ver como a través del cristal había varias personas de la parte de fuera mirandonos.Sentí vergüenza pero también un íntimo placer por ser exhibida de ese modo por mi Dueño,que mostraba a su perrita desnuda sin ningun pudor. Obediente y sumisa, acatando todas sus ordenes y castigos...Llegamos a la pequeña habitación y él se desnudo.Me desato y me permitió que acariciara su adorado cuerpo. Había preparado una botella de aceite corporal de esencia de sándalo y le obsequie con un masaje en el que termine tumbada sobre él ,masajeandole con todo mi cuerpo, esparciando sobre él el aceite con mis pechos, mi pubis, mi piel...A la que quise frenar ya me había corrido.Supe que me esperaba un nuevo cástigo.mi Amo me aparto de encima de él y procedio a atarme en la cama,en cruzMis piernas no podían estar más abiertas ni mis brazos más extendidos.Mis pezones estaban erectos y mi sexo mojado, esperándole...Ante mi sorpresa él se vistió con sus pantalones y así con el torso desnudo salío afuera.Apenas unos minutos después entraron tres personas,que reconocí de los que había tomando una copa fuera.Se pusieron al lado de la cama y me miraban con curiosidad.Entonces uno de ellos acarició mi pecho.- Para,no esta mi Amo, por favor...Tu Amo nos ha dado permiso puta para que entremos, tenemos su permiso para tocarte.Mi corazón palpitaba con fuerza. Era obvio que él había salido a buscarles pero temía estar con ellos a solas por si me hacían algo que no podía remediarse.Uno de ellos parecío adivinar mis pensamientos.- Tu Amo nos ha marcado los límites, no te preocupes.Y siguieron toqueteando mi cuerpo, acariciando mi pubis,mis pechos y forzandome a sentir una oleada de calor que invadia sin remisión mi cuerpo.Unos extraños acariciandome, yo la puta de mi Dueño, a la que ofrecía sin estar ni siquiera presente.Me equivocaba.Él permanecía en la puerta y espero el momento de venir a mi lado a que yo estuviera a punto de estallar en un orgasmo.-Bien,bien, me estas demostrando que eres una zorra.¿Acaso me has pedido permiso esta vez?- Lo siento mi Señor...- Por supuesto que lo vas a sentir.. respondió él.Y me desato de nuevo tras dar las gracias a los "invitados".Me hizo tumbarme de espaldas y me propino más de cien azotes con su fusta.Pasé el resto de la noche castigada, caminando a gatas detrás suyo por el local, mientras él me llevaba con una cadenita y no me permitía hablar con nadie.Me sentía mal por aquel castigo, me sentía mal por haberle fallado de nuevo y lo cierto es que deseaba que sucediera algo, lo que fuera...Que pudiera permitirme sentirme liberada.Pronto tuve la ocasión de compensar mi mal comportamiento....Llego el Ama a nuestro lado y le susurro algo al oído a mi Amo. Me permitió levantarme y me mando con el sumiso. Pasamos a un cuarto contigüo donde nos aseamos un poco. Entraron más esclavas y algunos pocos esclavos.Todos estabamos desnudos ,tan sólo con muñequeras y tobilleras de cuero.Ninguno sabía que iba a suceder aquella noche.Y cuando fuimos conducidos de nuevo fuera lo descubrimos.Iba a tener lugar una subasta de esclavos.Tan sólo sería un juego,durante una noche. Pero los Amos y Amas que habían cedido a sus esclavas y esclavos estaban dispuestos a que el subastado estuviera totalmente en poder de quien se le adjudicara.Busque con la mirada a mi Amo, casi implorando que no me cediera, que no entrara en aquel juego.Pero él me sonrió y asintió la cabeza como corroborando la peor de mis sospechas.Y asi me vi cuando llego mi turno, exhibida en aquel escenario.Alzando mis brazos,con las manos detrás de mi nuca, paseando mi desnudez ante aquellos extraños.Tuve que girarme, ofrecer mi trasero, y permitir que me examinaran de arriba a abajo cuantos desearon subir al escenario.Después ya de frente tuve que mostrar mi sexo y ofrecerlo.Me sentía avergonzada de mi proceder pero sabía que si mi Amo había deseado que participara en aquella subasta no podía desobedecerle y si que se mostrara orgulloso de como su perrita se exhibia.Empezo la subasta, hubo varios que pujaron por mi y un sólo vencedor.Era un hombre de unos 45 años, con algunas canas en la sien, no parecía desagradable pero yo me sentia totalmente atemorizada por lo que pudiera suceder al quedarme a solas con aquel extraño.El hombre tras resultar adjudicatario me llevo ante mi Amo quien se presento al bajar del escenario.Se saludaron y me dejo ir con él.- Entregándote a él te entregas a mi, porque estas cumpliendo mis ordenes- fue todo cuanto dijo mi Amo.Me sentia muy mal. No podía comprender como a mi Amo no le importaba que pudiera irme con otro Amo.Como podía permitir de ese modo impasible que otro Amo me tocara y se adueñara de mi cuerpo,que era suyo.Como él que tantas veces me habia seducido, me había sentido, me había gozado, ahora podía permitir que otras manos recorrieran mi cuerpo,sin estar él presente.Pensé que había dejado de importarle, que ya no le preocuba en absoluto lo que me sucediera y entristeci al asumirlo.No sabía que podía hacer para recuperar su atención y su interés y tan sólo se me ocurrió en aquel momento preguntarle, resistirme...pero nada hice.Obedecí, muy a mi pesar, obedeci. En silencio,cabizbaja segui a este nuevo Amo.Me llevo a la sala contigüa, la del camastro y se sento en la cama.- Eres una perrita muy guapa, ahora me mostrarás tus habilidades.Arrodillate.Me arrodille sin responder ni una palabra. -Aprende esto: No vas a mirarme a la cara en todo el tiempo que permanezcas a mi lado y tampoco me hablaras sin que te de permiso.Permaneci con la cabeza agachada y asentí.- Bien perrita, tu Amo dice que aguantas bien los azotes. Ahora lo comprobaremos.Y me hizo tender en su regazo, boca abajo,como una niña mala que ha de ser castigada. Su mano dura y firme resonaba en mis nalgas, intentaba moverme pero no podia.Era fuerte y me tenía bien sujeta.No tuvo ninguna consideración de mis lágrimas y yo seguía preguntandome porque era aquel extraño quien me acariciaba y no era mi Amo, mi dulce Amo quien me tenía en su regazo.Me preguntaba que estaría haciendo allí fuera, si quizás habría pujado por alguna esclava y aquel pensamiento me torturaba y me lastimaba.El hombre seguía azotandome y en cada azote parecia yo desear castigarme por aquellos pensamientos sobre mi Amo, necesitaba ese dolor para olvidar el dolor de mi propia alma.Sólo el dolor me hacía consciente dentro de mi inconsciencia.Y aquellas manos extrañas, sin él saberlo, me daban ternura con cada azote.Pensé que quizás aquel hombre deseaba que mi Amo me cediera a él para siempre. Que quizás tras aquel trato pactarian otro si el hombre se mostraba satisfecho de mi conducta.Y pensé que quizás mi Amo me cedia. Y ese era el único modo de dejar de pertenecerle.Con aquella cesión dejaba de poseerme y yo de sentirme poseída por él. Finalizaria aquella esclavitud. Porque yo no era ya libre para poder romper esa relación, porque yo sentía que le pertenecía en cuerpo y alma y que mi voluntad ya no bastaba para romper mi esclavitud hacía él. Había llegado a ese punto sin retorno en el que era incapaz de liberarme por mi misma, en que toda yo le pertenecía y no tenía sentido nada sin él. Ese punto sin retorno de pertenencia absoluta.Un latigo estallo en mi espalda y me desperto de aquella ensoñación.Mi Amo había entrado a la celda. Oí su voz.Me tranquilice.Abandone todos mis absurdos miedos. Él seguía alli, no deseaba cederme a nadie. Todo era un juego, la subasta era un juego más. Me ayudo a incorporarme y el otro hombre le felicito.-Si que aguanta como dijiste, la convertiras en una buena esclava,sin duda, puedes estar orgulloso.- Lo estoy - respondió mi Amo y situandose detrás mio me dio un tremendo abrazo,en el que me deje abandonar sobre él.Me sentía a salvo de todos mis miedos, tan sólo su presencia me reconfortaba.El hombre abandono la estancia y nos quedamos solos los dos.Me arrodille frente a él, agache mi cabeza y me agarre a sus tobillos abrazandole llena de gratitud.- Gracias por permitirme ser tuya, mi SEÑOR, gracias.- Estoy orgulloso de ti, no has dudado de mis ordenes. Hoy me has obedecido ciegamente y eso merece una recompensa. Levantate y espera unos minutos.Ignoraba la recompensa en que consistiria, pero pronto lo averigüe. Salió de la celda para entrar acompañado por una mujer con un maletín que parecía instrumental médico.- Voy a tatuarte esta noche con mi marca. En una de tus nalgas. Eres mía y siempre lo serás.Sonreí y se me escaparon unas lágrimas sin querer. Mi Amo deseaba marcarme como suya, sabía lo importante que era para ambos aquel paso y el compromiso tácito y secreto que representaba entre los dos.No sabía que dibujo habría elegido.No sabía que marca deseaba en mi. Pero no me importaba. Llevaria la marca que él dispusiera. Era suya.Me tumbé sobre la cama y deje a que aquella mujer hiciera su trabajo, mientras mil pensamientos felices cruzaban mi mente.Él permaneció a mi lado,sentado,esperando.Y cuando al terminar pude verme en un espejo sonreimos los dos.Llevaba su marca...Para siempre.
Soy tuya
Soy tuya... en tus ausencias, en tus silencios.
Soy tuya cuando me dejas sola, cuando la noche se hace interminable y te busco en mis recuerdos.
Soy tuya cuando no estas.
Soy tuya cuando duermo, cuando sueño, cuando te añoro, cuando te deseo.
Soy tuya cuando te escribo, soy tuya cuando me quejo, cuando te suplico.
Soy tuya cuando tiemblo, soy tuya cuando te espero.
Soy tuya cuando me siento perdida porque no te tengo.
Soy tuya cuando miro el mar, soy tuya cuando miro el cielo.
Soy tuya cuando no estas, porque siempre soy tuya.
Soy tuya cuando siento dolor, soy tuya cuando me estremezco de placer.
Soy tuya cuando me besas, soy tuya cuando me abrazas.
Soy tuya cuando me susurras al oído palabras que me llegan al alma.
Soy tuya cuando sonreímos, soy tuya cuando te hago feliz, soy tuya cuando coges mis manos entre las tuyas.
Soy tuya cuando no estas, porque siempre soy tuya.
Soy tuya, siempre tuya.
Soy tuya cuando me dejas sola, cuando la noche se hace interminable y te busco en mis recuerdos.
Soy tuya cuando no estas.
Soy tuya cuando duermo, cuando sueño, cuando te añoro, cuando te deseo.
Soy tuya cuando te escribo, soy tuya cuando me quejo, cuando te suplico.
Soy tuya cuando tiemblo, soy tuya cuando te espero.
Soy tuya cuando me siento perdida porque no te tengo.
Soy tuya cuando miro el mar, soy tuya cuando miro el cielo.
Soy tuya cuando no estas, porque siempre soy tuya.
Soy tuya cuando siento dolor, soy tuya cuando me estremezco de placer.
Soy tuya cuando me besas, soy tuya cuando me abrazas.
Soy tuya cuando me susurras al oído palabras que me llegan al alma.
Soy tuya cuando sonreímos, soy tuya cuando te hago feliz, soy tuya cuando coges mis manos entre las tuyas.
Soy tuya cuando no estas, porque siempre soy tuya.
Soy tuya, siempre tuya.
Encadenada
No me has despertado al levantarte pero he notado tu ausencia en la cama y muy lentamente he abierto los ojos buscándote en la habitación. Estas sentado en la cama ya casi vestido, me miras y te sonrió.
Nos damos los buenos días con un beso y sigues arreglándote.
Antes de marcharte cumples con tu deseo de encadenarme a la cama.
Me gusta permanecer en silencio cuando me estas atando,esta mañana son cadenas las que rodean mi piel.Te he observado anudando el extremo de la cadena a la cama y ahora rodeas mi cuerpo con el otro extremo sellando los eslabones con un candado.Siento frío cuando el hierro besa mi cintura.
Unes mis muñequeras de cuero con otra cadena dejándome escasa movilidad,quizás la justa para pasar las páginas del libro que he pensado leer esa ociosa mañana.
Me dejas desayuno en el mueble del baño, no puedo moverme más allá de esta habitación, has limitado mis movimientos a esta estancia. Esta mañana soy tu prisionera, tu cautiva, tu esclava.
Te despides de mi besándome en los labios. En tus ojos la incertidumbre ante esas horas que han de transcurrir en soledad para mí.
Vuelvo a dormirme un par de horas, no recuerdo si he soñado pero despierto sintiéndome muy feliz.
En tu cama todavía tu olor, me gusta acurrucarme entre esas sabanas que apenas unas horas atrás te han cobijado a Ti.
Las cadenas son ahora tus brazos que muy cálidos me siguen rodeando la cintura.
Cierro los ojos para recordar como me has poseído aquella noche, tumbada en esta misma cama, sintiendo como tu cuerpo aprisiona mi cuerpo, se hunde tu sexo en mi sexo…sentir como cabalgas sobre mí y me empujas con tu furia a ese abismo de placer. Y te deseo, te añoro…quisiera poder acariciarme en ese momento mi sexo y sentir que son tus sabias manos las que van recorriéndome muy despacio…pero no puedo tocarme sin tu permiso, lo sé, lo recuerdo…
Permanezco un rato más en la cama antes de desayunar y sigo recordándote, sigo reviviendo cada beso, cada caricia, cada azote…sigo oliendo a ti en la cama, en las sabanas…y sintiéndome tan cerca de ti…que me lleno de tu presencia…aunque no estés allí…Me siento a tu disposición como jamás lo he estado, compartiendo una mañana contigo, viviendo cada minuto, cada segundo para ti…sintiendo que esa mañana todo mi tiempo te pertenece y que más que nunca eres el Dueño de mi cuerpo y de mi ser.
Tras desayunar me vuelvo a acostar, mis pensamientos se van intercalando con el cuento que estoy leyendo y así transcurre el tiempo muy lentamente hasta que suena el móvil y tu voz me llena de alegría…me das un par de instrucciones y me dices que en un par de horas volverás a llamarme.
Y sigue el tiempo pasando lentamente.
Las cadenas en mi cintura, en mis muñecas…me hacen sentir más tuya, más cerca de Ti y me recuerdan en todo momento a quien pertenezco. Soy feliz así, sintiéndome tuya.
Tu prisionera. Tu cautiva. Tu esclava.
Deseo que el tiempo sea infinito como infinita mi entrega y seguir sintiéndome así todos los segundos, los minutos…
Llega tu segunda llamada y tus instrucciones…y así obedeciéndote me desprendo del rojo camisón y doy rienda suelta a mis caricias pensando en mi Dueño…excitación, placer, deseo de Ti…mi cuerpo es sacudido por un orgasmo…y sigo pensándote, imaginándote, deseándote…
Obedeciéndote busco las llaves de los candados y libero mi cuerpo de las cadenas, tus brazos…la mañana transcurre y el placer va unido con la tristeza porque el tiempo se termina…
Cocino para Ti, preparo la mesa y te espero desnuda y arrodillada en el centro del salón.
Te recibo así…mi Dueño…y no sé ni como estamos en la cama, abrazados, besándonos…arrodillada y de espaldas a ti me penetras, siento como una vez más te adueñas de mi…inundas mi ser…y ya no sé si siento placer por pertenecerte ,por sentirte dentro de mi, es placer por Ti, para Ti…placer por hacerte disfrutar, por hacerte sentir, placer cuando el orgasmo recorre tu cuerpo…placer por sentirme tuya.
Nos damos los buenos días con un beso y sigues arreglándote.
Antes de marcharte cumples con tu deseo de encadenarme a la cama.
Me gusta permanecer en silencio cuando me estas atando,esta mañana son cadenas las que rodean mi piel.Te he observado anudando el extremo de la cadena a la cama y ahora rodeas mi cuerpo con el otro extremo sellando los eslabones con un candado.Siento frío cuando el hierro besa mi cintura.
Unes mis muñequeras de cuero con otra cadena dejándome escasa movilidad,quizás la justa para pasar las páginas del libro que he pensado leer esa ociosa mañana.
Me dejas desayuno en el mueble del baño, no puedo moverme más allá de esta habitación, has limitado mis movimientos a esta estancia. Esta mañana soy tu prisionera, tu cautiva, tu esclava.
Te despides de mi besándome en los labios. En tus ojos la incertidumbre ante esas horas que han de transcurrir en soledad para mí.
Vuelvo a dormirme un par de horas, no recuerdo si he soñado pero despierto sintiéndome muy feliz.
En tu cama todavía tu olor, me gusta acurrucarme entre esas sabanas que apenas unas horas atrás te han cobijado a Ti.
Las cadenas son ahora tus brazos que muy cálidos me siguen rodeando la cintura.
Cierro los ojos para recordar como me has poseído aquella noche, tumbada en esta misma cama, sintiendo como tu cuerpo aprisiona mi cuerpo, se hunde tu sexo en mi sexo…sentir como cabalgas sobre mí y me empujas con tu furia a ese abismo de placer. Y te deseo, te añoro…quisiera poder acariciarme en ese momento mi sexo y sentir que son tus sabias manos las que van recorriéndome muy despacio…pero no puedo tocarme sin tu permiso, lo sé, lo recuerdo…
Permanezco un rato más en la cama antes de desayunar y sigo recordándote, sigo reviviendo cada beso, cada caricia, cada azote…sigo oliendo a ti en la cama, en las sabanas…y sintiéndome tan cerca de ti…que me lleno de tu presencia…aunque no estés allí…Me siento a tu disposición como jamás lo he estado, compartiendo una mañana contigo, viviendo cada minuto, cada segundo para ti…sintiendo que esa mañana todo mi tiempo te pertenece y que más que nunca eres el Dueño de mi cuerpo y de mi ser.
Tras desayunar me vuelvo a acostar, mis pensamientos se van intercalando con el cuento que estoy leyendo y así transcurre el tiempo muy lentamente hasta que suena el móvil y tu voz me llena de alegría…me das un par de instrucciones y me dices que en un par de horas volverás a llamarme.
Y sigue el tiempo pasando lentamente.
Las cadenas en mi cintura, en mis muñecas…me hacen sentir más tuya, más cerca de Ti y me recuerdan en todo momento a quien pertenezco. Soy feliz así, sintiéndome tuya.
Tu prisionera. Tu cautiva. Tu esclava.
Deseo que el tiempo sea infinito como infinita mi entrega y seguir sintiéndome así todos los segundos, los minutos…
Llega tu segunda llamada y tus instrucciones…y así obedeciéndote me desprendo del rojo camisón y doy rienda suelta a mis caricias pensando en mi Dueño…excitación, placer, deseo de Ti…mi cuerpo es sacudido por un orgasmo…y sigo pensándote, imaginándote, deseándote…
Obedeciéndote busco las llaves de los candados y libero mi cuerpo de las cadenas, tus brazos…la mañana transcurre y el placer va unido con la tristeza porque el tiempo se termina…
Cocino para Ti, preparo la mesa y te espero desnuda y arrodillada en el centro del salón.
Te recibo así…mi Dueño…y no sé ni como estamos en la cama, abrazados, besándonos…arrodillada y de espaldas a ti me penetras, siento como una vez más te adueñas de mi…inundas mi ser…y ya no sé si siento placer por pertenecerte ,por sentirte dentro de mi, es placer por Ti, para Ti…placer por hacerte disfrutar, por hacerte sentir, placer cuando el orgasmo recorre tu cuerpo…placer por sentirme tuya.
Ella ha soñado...
Ella ha soñado esta noche que le esperaba…
Arrodillada frente a la puerta de la habitación, su único atuendo es un collar negro, de perra, con las iniciales de su Dueño.
En silencio recuerda el tortuoso camino que la condujo a Él…las lagrimas derramadas, la soledad, el dolor, los falsos espejismos que tantas veces se habían perfilado en su horizonte para luego conducirla una vez más al engaño, la angustia por no encontrarle…la sensación de estar incompleta mientras no apareciera El para guiarla.
Ahora todo ese puzzle que había sido su vida tomaba por fin forma, todo tenía ya significado…y su entrega no podría haber sido tan completa, tan sincera…sin haber vivido aquellas experiencias…
Se había vuelto a levantar una y otra vez sin detenerse ni recrearse en su pena…su sentir era el de una mujer sumisa…y siguió avanzando hacía ese El que jamás se cruzaba en su vida…pero sabedora de que el triunfo podía estar en cualquier recodo de aquel sendero de angustia y desazón.
Y allí, arrodillada ante la puerta …esperando a su Señor las lagrimas inundaban sus mejillas…esta vez por dicha, por alegría…por la felicidad de haber encontrado a su Amo, ese hombre especial a quien entregar todo su universo de sueños y esperanzas sabiendo que Él haría realidad sus deseos y compartiría con ella su mundo guiándola por aquel infinito de estrellas…
Atrás quedaba el veneno de falsos besos que mordisquearon su corazón, las falacias de charlatanes que quisieron jugar a ser su Dios, ya no había temor ni dudas en su alma, sabía que Él la protegería, la cuidaría, que jamás permitiría que volviera a dudar de su sentir como sumisa…a su lado, orgullosa avanzaría hasta convertirse en su esclava.
Todo dejaría de existir, centraría su vida en adorarle, en sentirle…no habría ya pensamientos que traicionaran su firmeza en aquella entrega…ni miedos…sólo había ya adoración hacía Él.
Dio un vistazo a la habitación y sonrió débilmente…el lecho salpicado de pétalos de rosa aguardaba aquellos cuerpos que extenuados derramarían el placer sobre las sabanas…las velas impregnaban el ambiente de calidez y de un peculiar olor…en la almohada una rosa azul esperaba ser usada para acariciar…
Sólo sentía deseo ante la llegada de su Amo…y su única ambición era estar para siempre a su completa disposición…entregarle su dolor…y sentirse siempre suya.
Arrodillada frente a la puerta de la habitación, su único atuendo es un collar negro, de perra, con las iniciales de su Dueño.
En silencio recuerda el tortuoso camino que la condujo a Él…las lagrimas derramadas, la soledad, el dolor, los falsos espejismos que tantas veces se habían perfilado en su horizonte para luego conducirla una vez más al engaño, la angustia por no encontrarle…la sensación de estar incompleta mientras no apareciera El para guiarla.
Ahora todo ese puzzle que había sido su vida tomaba por fin forma, todo tenía ya significado…y su entrega no podría haber sido tan completa, tan sincera…sin haber vivido aquellas experiencias…
Se había vuelto a levantar una y otra vez sin detenerse ni recrearse en su pena…su sentir era el de una mujer sumisa…y siguió avanzando hacía ese El que jamás se cruzaba en su vida…pero sabedora de que el triunfo podía estar en cualquier recodo de aquel sendero de angustia y desazón.
Y allí, arrodillada ante la puerta …esperando a su Señor las lagrimas inundaban sus mejillas…esta vez por dicha, por alegría…por la felicidad de haber encontrado a su Amo, ese hombre especial a quien entregar todo su universo de sueños y esperanzas sabiendo que Él haría realidad sus deseos y compartiría con ella su mundo guiándola por aquel infinito de estrellas…
Atrás quedaba el veneno de falsos besos que mordisquearon su corazón, las falacias de charlatanes que quisieron jugar a ser su Dios, ya no había temor ni dudas en su alma, sabía que Él la protegería, la cuidaría, que jamás permitiría que volviera a dudar de su sentir como sumisa…a su lado, orgullosa avanzaría hasta convertirse en su esclava.
Todo dejaría de existir, centraría su vida en adorarle, en sentirle…no habría ya pensamientos que traicionaran su firmeza en aquella entrega…ni miedos…sólo había ya adoración hacía Él.
Dio un vistazo a la habitación y sonrió débilmente…el lecho salpicado de pétalos de rosa aguardaba aquellos cuerpos que extenuados derramarían el placer sobre las sabanas…las velas impregnaban el ambiente de calidez y de un peculiar olor…en la almohada una rosa azul esperaba ser usada para acariciar…
Sólo sentía deseo ante la llegada de su Amo…y su única ambición era estar para siempre a su completa disposición…entregarle su dolor…y sentirse siempre suya.
Inaguro este blog...
Y aqui tendrán cabida los relatos Fetish y Bdsm...Sin censuras a la imaginación...
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